Así, su investigación revela que los españoles dan más importancia a esta cita que al Día del Padre y que hasta 8 de cada 10 le harán un regalo a su madre. Y no solo eso, sino que gastarán hasta un 20% más en el presente. El principal motivo -aparte del componente emocional- es que consideran que para ellas es más importante esta fecha que para ellos, y que les hace más ilusión recibir un regalo. No obstante, existen ciertos matices en función de la franja de edad. Son las madres de entre 50 y 70 años las que se perciben como más “emocionadas” y “agradecidas”.
Si desglosamos el gasto medio en el regalo, se sitúa en los 50 euros en hasta siete de cada diez casos. Solo el 6% está dispuesto a desembolsar más de 150 euros, y el resto se queda entre los 50 y los 100. Teniendo en cuenta lo que quieren las madres y la percepción de muchos hijos respecto de este día la cifra no está nada mal.
Sí, porque a pesar de que la mayoría de hijos acaban sucumbiendo a la compra del regalo, una amplia mayoría piensa que se trata de una costumbre comercial -el 66%-. En este caso y tal y como afirma la firma de joyería Collartz, sigue primando la ilusión con la que ella recibirá el regalo. Es decir, que se trata más bien de una excusa para regalar que la conmemoración de un día en sí mismo.
Cabe comentar que el gasto varía en función del sexo del hijo: ellas gastan menos que ellos, hasta un 10%. También cambia según la comunidad, pues son los andaluces, los madrileños y los vascos los más generosos regalando, mientras que los catalanes, valencianos y baleares se encuentran en el lado extremo de la lista.
No obstante, más allá del dinero, las madres consideran el detalle y lo trabajado del regalo lo más importante. En creatividad ganan los murcianos y canarios.
Qué regalan los hijos y qué quieren las madres
Entre los regalos más frecuentes para el Día de la Madre, el análisis de Collartz sitúa a la moda y los complementos como regalo más frecuente. Estos protagonizan el 66,3% de los detalles, especialmente en el caso de los jóvenes. Todo un acierto si tenemos en cuenta que 9 de cada 10 españolas reconocen darle mucha importancia a los complementos a la hora de vestir. Por orden, las joyas, relojes, bolsos y pashminas o fulares se sitúan a la cabeza de favoritos.
De entre estas primeras triunfan especialmente los pendientes y las pulseras de plata, sobre todo aquellos que cuentan con un diseño original o se encuentran personalizadas. En cuanto a la ropa, la mayoría prefiere probársela, a no ser que se trate de una prenda más cara como una chaqueta de piel o similares. La gastronomía y los elementos decorativos también son un regalo frecuente.
Desgraciadamente, todavía hay un porcentaje de hijos -del 8%- que incurre en regalos sexistas como electrodomésticos, aspiradoras, planchas y similares, unos obsequios que es mejor comprar en familia porque precisamente son para uso y “disfrute” de la misma. En cualquier caso, esto ocurre con mayor frecuencia en las franjas de edad más altas. Y como regalos socorridos no faltan los libros, las flores y los bombones que, como veremos más tarde, no son precisamente un acierto.
Dónde compranRespecto al canal de adquisición y si bien las compras online se han disparado durante la última década, aquí la diferencia entre los regalos comprados a través de la red y en la tienda física no es tan abismal como en el resto de productos en general (60% vs 40%). Sin embargo, lo que sí hacen hasta el 80% de los hijos es comparar el precio del producto online. Un comportamiento que revela cierta planificación. Aquellos que compran con más prisa acaban optando, principalmente, por flores, bombones y similares.
Lo que ellas quieren (y lo que no quieren)
Entre los peores regalos para las madres se cuelan los perfumes de imitación, las batidoras y electrodomésticos similares (a no ser que lo hayan pedido), las muñecas de porcelana, prendas de liquidación con taras, y -ojo- cajas de bombones sin envolver. Estas últimas se relacionan con la compra de última hora, las prisas, el desinterés y la falta de personalización. Curiosamente, la cosa cambia si viene envuelto en un papel pomposo con el nombre de la homenajeada, por ejemplo.
Los desayunos caseros sin limpiar la cocina tampoco son plato de buen gusto -teniendo en cuenta que hasta 7 de cada 10 madres se ocupan de la amplia mayoría de las tareas del hogar-, ni los ramos de flores -hasta 9 millones en nuestro país son alérgicas-. Tampoco el dinero o las suscripciones al gimnasio, que pueden llegarse a malinterpretar.
Y ¿qué quieren ellas? Según los datos de Collartz y además de complementos y joyas, la mayoría desearía recibir una escapada romántica o viaje, una sesión intensiva de belleza y, en definitiva regalos experienciales. En cualquier caso, hasta el 90% afirman que lo importante es el gesto y que en el regalo se perciba que han pensado en ellas.