El chef Andrés recogerá el premio en la ceremonia oficial de los The World’s 50 Best Restaurants 2019, que tendrá lugar la velada del martes 25 de junio en el Sands Theatre, ubicado en el emblemático complejo Marina Bay Sands de Singapur. El galardón supone un reconocimiento a toda su trayectoria profesional como restaurador y chef vanguardista, así como a su labor humanitaria de los últimos años: ambas facetas le han convertido en un referente de la gastronomía a nivel mundial.
«José Andrés es mucho más que un chef y un restaurador excepcional» afirma William Drew, director de contenidos de The World’s 50 Best Restaurants. «Además de traer a Estados Unidos la innovadora, auténtica y magnífica gastronomía española, ha contribuido a dar de comer a millones de personas que se han quedado sin acceso a alimentos de primera necesidad debido a catástrofes naturales mediante su proyecto World Central Kitchen. El chef Andrés ha empleado su talento en la cocina y su posición e influencia como reconocido cocinero para un bien mayor, lo que lo convierte en el ganador ideal del primer American Express Icon Award mundial».
José Andrés comenta: «Es para mí un verdadero honor recibir este premio; me aseguraré de dar voz a todos aquellos que no la tienen. Intentaré también que consigamos llevar esperanza y un plato de comida a todo el mundo».
El chef Andrés, nacido en Asturias, es el cocinero al que se le atribuye haber introducido en Estados Unidos tanto las auténticas tapas como la gastronomía contemporánea de vanguardia españolas. Tras pasar dos años con Ferran Adrià en el innovador y emblemático restaurante El Bulli, en 1991 hizo las maletas y se marchó a Estados Unidos con solo 50 $ en la cartera.
En la actualidad, su compañía ThinkFoodGroup está compuesta por más de 30 restaurantes, entre los que se encuentra el minibar de José Andrés —con dos estrellas Michelin—, ubicado en Washington, DC, y donde se pueden degustar algunos de los platos más vanguardistas del mundo. Su amplia gama de restaurantes abarca desde experiencias de cenas en barra con menú degustación hasta auténtica comida tradicional y el concepto fast-casual, centrado en productos de primera calidad servidos de forma sencilla (normalmente en plato pequeño o a modo de tapa).
«Es un placer para nosotros conceder el American Express Icon Award a José Andrés, visionario y socio de nuestra American Express Global Dining Collection, en reconocimiento a su espectacular labor culinaria y humanitaria» comentó Chris Cracchiolo, vicepresidente sénior, Global Loyalty y Benefits, American Express. «El chef Andrés es el ejemplo perfecto de lo que representa este premio; su labor dentro y fuera de las cocinas ha demostrado el poder y el efecto que la comida puede tener a la hora de unir personas y comunidades, y de ayudarles a crecer y progresar juntas».
La labor humanitaria de Andrés cuenta con un amplio reconocimiento y gracias a sus esfuerzos en este ámbito ha recibido dos veces el premio que lo considera una de las 100 personas más influyentes del mundo de Time Magazine. En 2016 el presidente Obama le concedió la National Humanities Medal en la White House y, en 2018, la fundación James Beard le otorgó el premio humanitario del año en reconocimiento al importante papel que desempeñó su organización sin ánimo de lucro World Central Kitchen al servir casi 4 millones de comidas a la población de Puerto Rico tras el paso del huracán María. El libro en el que narra su experiencia en Puerto Rico, We Fed An Island, se ha convertido en un éxito de ventas del New York Times.
Andrés acaba de ampliar la presencia de su cocina en territorio estadounidense gracias a la apertura de un nuevo local de su primer restaurante Jaleo en Disney Springs (en el Walt Disney World Resort de Florida) y de Mercado Little Spain, un espacio de aproximadamente 3250 m2 situado en el complejo urbanístico en construcción Hudson Yards (Nueva York), que reúne distintos restaurantes, bares y puestos de comida española bajo el mismo techo. El proyecto, descrito como «una verdadera carta de amor a España», se inspira en el mercado —elemento central de la vida social española— y se desarrolló con la colaboración creativa de los hermanos Ferran y Albert Adrià, con los que trabajó en el Bulli al comienzo de su carrera.