Según los instaladores, que tienen firmado un convenio con Ecotic, fundación encargada de financiar y gestionar los RAEE, “para absorber la cantidad de CO₂ que un solo aparato de aire acondicionado mal gestionado puede llegar a emitir a la atmósfera son necesarios 200 árboles trabajando durante todo un año, o lo que es lo mismo, retirar cerca de 250 coches de la circulación durante todo un día”.
“En este sentido”, recuerdan en Agremia, “los distribuidores y los comercios de electrodomésticos están obligados, por ejemplo, a aceptar el aparato de aire acondicionado que el comprador les entregue cuando éste vaya a adquirir un nuevo equipo de características similares”. También es posible, en aquellas superficies de más de 400 metros cuadrados, entregar aparatos eléctricos y electrónicos de menos de 25 centímetros sin necesidad de adquirir otro.
Durante 2018, cerca de 270.000 toneladas de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) fueron gestionados en España para su posterior reciclaje. Y es que según datos de la Universidad de las Naciones Unidas, los hábitos de consumo han propiciado que el reciclaje de este tipo de residuos crezca a un ritmo tres veces superior al del resto de residuos sólidos urbanos (vidrio, plástico o cartón).
Dado el enorme potencial medioambiental y económico que el sector del reciclaje electrónico tiene en nuestro país, Agremia apela a acudir a los más de 52.000 puntos limpios de recogida que existen y que no suponen ningún coste para los particulares.
Para facilitar la localización de estos puntos, desde Agremia y Ecotic recomiendan acudir a Punto Limpio, una app y una web (www.punto-limpio.info) que permiten mediante geolocalización saber el punto más cercano al usuario.