En el presente año se ha celebrado en diferentes puntos de España conferencias y ciclos en base a este tema, pues supone un gran activo para la economía, lo que implica que se tenga en cuenta, y más si se tratan de productos relacionados con la región en cuestión. Con respecto a la denominación y los distintivos que puede recibir un producto con respecto a su carácter regional existen tres galardones: Denominación de Origen Protegida (DOP), Indicación Geográfica Propia (IGP) y la Especialidad Tradicional Garantizada (ETG). Cada uno de ellos estos distintivos presentan sutiles diferencias entre ambos, pero cumplen un mismo objetivo: potenciar el atractivo alimentario de la región y el control del mismo.
Pero ¿de verdad influye en la economía? La respuesta es un rotundo sí. Es más, según indican los expertos, los sellos o distintivos de calidad no se imponen “a dedo”. De hecho, existen algunos lugares del continente europeo que no tienen ningún producto DOP. ¿Esto qué significa? Que la calidad se premia, y no solo por las instituciones, sino también por los usuarios que compran, comen o venden, y los cuales son un activo de suma importancia en la concesión de estos sellos y también en su mantenimiento.
Y es aquí donde radica la importancia de estos distintivos, según indica el comparador financiero y de créditos rápidos iPayDay.es, ya que permiten impulsar, entre otras cosas, el turismo gastronómico, la expansión del producto más allá de las fronteras regionales y potenciar la competitividad para conseguir mayor visibilidad de cara a otras regiones del país.