El real brasileño ha sido la peor divisa de los mercados emergentes en lo que va de mes tras apuntarse una caída de más del 4 por ciento. El motivo de este mal desempeño es la incapacidad de la nueva administración para formular reformas ante un congreso fragmentado. Desde su toma de posesión, el gobierno ha fallado miserablemente en comunicar de una manera sensata, ya que las facciones rivales que componen su mayoría siguen disparándose entre sí.
Dicho esto, sería fácil para Jair Bolsonaro calmar la situación poniendo en espera su agenda ideológica y aceptando hacer algunas concesiones a los partidos de centro sin los cuales el Congreso no puede aprobar nada. Si bien esta no sería su opción preferida, ya que dejar atrás la "vieja política" ha sido una de sus principales promesas de campaña, la facción ultraliberal (ministro Paulo Guedes) y los militares (vicepresidente Mourão) podrían persuadirlo a suavizar su postura. Teniendo en cuenta lo mal que le ha ido al real últimamente, esta situación podría desencadenar un buen rally táctico. Además, la divisa se está acercando al nivel en el que la intervención del banco central ha dejado de ser una posibilidad remota. De hecho, el Banco Central puede decidir en cualquier momento intervenir y mostrar quién es el jefe.
Si este escenario se materializa, la renta variable y los bonos brasileños también deberían recuperarse. Sin embargo, los inversores que deseen mantener la cautela a medio plazo, podrían expresar visión táctica a través de la moneda brasileña, que es el instrumento más barato en este momento.
Esta es la opinión personal del autor y no refleja necesariamente la opinión de Vontobel Asset Management.