En la actualidad, un 70% de las pymes españolas encuestadas recurre al capital circulante existente como fuente de financiación, el 58% a préstamos bancarios, el 50% a activos financieros, el 34% al Peer to Peer y un 30% recurre a las tarjetas corporativas.
Aunque el 77% de las pymes está satisfecha con las opciones de financiación disponibles para su negocio, solo el 47% de las pymes tiene una opinión positiva o muy positiva de la financiación de las empresas por parte los bancos tradicionales, y un 15% tienen una opinión negativa o muy negativa.
El 7% de las pymes se declara descontento con el tiempo que lleva el proceso de solicitud de financiación con los bancos tradicionales, un 11% con la imparcialidad a la hora de aceptar o rechazar una solicitud, un 13% con la cantidad de solicitudes recibidas en comparación con las solicitadas, un 14% con los costes (cuotas e intereses), un 13% con el impacto en otros créditos otorgados por la misma entidad y un 5% por la calidad del servicio.
A la hora de evaluar opciones futuras de financiación, lo que más valoran las pymes es contar con opciones de pago flexibles (56%), facilidad de aplicación (42%), comisiones bajas (40%), rapidez en la aprobación del crédito (38%) y que los fondos sean depositados rápidamente (35%).
“Para aumentar sus exportaciones y optimizar su nivel de productividad, las pymes prefieren usar diferentes soluciones de capital circulante para optimizar su flujo de efectivo y como fuente alternativa de financiación más allá de las tradicionales, como las líneas de crédito bancario”, explica Juan Francisco Castuera, Director de AXP Global Commercial Services de American Express España.