Nuestros Smartphones nos permiten realizar una infinidad de actividades que antes podía resultar impensable: poder llegar a cualquier lugar con su geolocalización, hablar con nuestros conocidos o conocer gente nueva, llevar una cámara de fotos siempre encima, controlar los elementos de nuestra casa, pagar sin necesidad de dinero o tarjetas, etc. Por ello, ya no nos extraña ver por la calle a cientos de personas con sus teléfonos en la mano sin levantar la mirada de sus pantallas.
En una época en la que podemos controlar casi todo con el teléfono, no es de extrañar esa sensación de intranquilidad cuando nos falta nuestro móvil. Esta intranquilidad puede llegar a convertirse en lo que conocemos como nomofobia.
La nomofobia es el miedo irracional a estar sin teléfono móvil. Este término viene de la expresión inglesa “no-mobile-phone-phobia”. Este miedo lo sufren muchos usuarios que no disponen de su teléfono móvil, ya sea por falta de batería, porque se lo han dejado en casa o están fuera de cobertura.
Síntomas de la nomofobia
Los síntomas más comunes que puede presentar una persona con este tipo de fobia son principalmente una sensación de ansiedad o nerviosismo, dolores de cabeza y de estómago, pensamientos obsesivos e incluso ataques de pánico.
¿Te has preguntado si alguien de tu entorno sufre de nomofobia? Estas personas son fácilmente reconocibles. Si los observas seguramente reconocerás estos comportamientos:
A pesar de no estar considerada de momento como una patología, la nomofobia es la consecuencia de una fuerte adicción que puede desencadenar en un aislamiento social en algunos casos. Generalmente este uso desmedido de los teléfonos inteligentes se realiza para acciones que poco tienen que ver con llamar, ya que la relación del usuario con el exterior se produce a través de aplicaciones como WhatsApp o Facebook Messenger, redes sociales como Instagram o Twitter, juegos de online casino o de entretenimiento, compras en tiendas online o marketplaces, etc. Esto se traduce en un aislamiento casi completo de los usuarios que es muy habitual en adolescentes y gente joven.
Para evitar ese aislamiento social es fundamental realizar un uso responsable del teléfono móvil. Para conseguirlo es importante llevar a cabo ciertas acciones como apagar el teléfono durante las comidas o en reuniones familiares, priorizar la realidad a lo que ocurre en el mundo virtual o consultar a un especialista si detectamos que el problema va en aumento.