El estudio, que aborda varios ámbitos, pone de manifiesto que no solo no nos fijamos demasiado en el envasado de los productos, la sostenibilidad de nuestro hogar o somos reticentes a la hora de comprar un coche eléctrico; sino que todavía son muchos los ciudadanos que no apuestan por la eficiencia energética en casa, y que ni siquiera reciclan. Pero vayamos con las cifras.
El ahorro energético en cifras
En concreto, casi el 35% de los participantes de su informe afirmó que no reciclaba. ¿Su argumento? La falta de espacio a la hora de separar los residuos. Eso sí, parece que estamos más concienciados con el papel y el vidrio -que almacenamos más tiempo en casa-. Este primero es el que más reciclamos (85%).
En cuanto al ahorro energético, los españoles podríamos ahorrarnos alrededor de 2.000 euros anuales si pusiéramos en marcha una serie de medias. Por supuesto, no solo estamos hablando de cerrar el grifo, sino de cambiar las ventanas, apostar por electrodomésticos inteligentes y otras medidas que recabamos a continuación y que nos permitirían reducir notablemente nuestras facturas. Estas son:
El papel de la tecnología
El papel de la tecnología también resulta clave en materia de ahorro energético. Y no solo estamos hablando de hogares tremendamente inteligentes, conectados y que apuesten por el IOT, no, sino de actos tan sencillos como colocar sensores de movimiento en la escalera de la comunidad. Otras opciones interesantes que ofrece la domótica son las bombillas inteligentes -y programables-, y los Dimmer, que permiten controlar la salida de luz y ahorrar hasta un 75%. Además, aumentan la vida útil de las bombillas.
Los termostatos inteligentes -algunos incluso cuentan con sistemas de localización para apagarse o reducir la temperatura al mínimo cuando no estamos en casa- y las persianas inteligentes (que se bajan si no estamos cuando detectan que se está generando demasiado calor en la casa) son otras opciones que tenemos al alcance de la mano y que no implican un desembolso notable ni mucho menos.
Edificación sostenible
Para acabar, el papel de los gobiernos en materia de sostenibilidad energética en casa es fundamental. Aquí nos estamos refiriendo a los edificios sostenibles. Por desgracia, España lleva casi 6 años suspendiendo en esta materia -desde la entrada en vigor de la certificación energética para edificios-. El problema, de nuevo, es que no nos importa demasiado, porque el consumidor no se hace una idea del ahorro que le va a suponer a la larga ni del confort que puede aportarle. Solo en ahorro energético suponen entre un 60% y 80% menos de gasto.
La parte positiva es que hasta 8 de cada 10 encuestados reconocen que podrían hacer más -tanto ellos como los gobiernos- por el planeta. Una primera toma de conciencia importantísima. Además y en cuanto a los edificios, no resulta demasiado complicado hacerlos sostenibles. Esto sería posible, entre otros, mediante la instalación de placas solares, ventanas de doble acristalamiento, cubiertas aislantes, sistemas de captación de la lluvia para el reaprovechamiento del agua, etcétera.