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Hay sexo después del cáncer de próstata

Jueves 13 de junio de 2019
Desde LELO destacan que el sexo es una terapia para recuperarse de un tratamiento del cáncer de próstata y desvela algunos consejos para potenciar la vida íntima tras esta enfermedad. id:46430

El 11 de junio, se celebro el Día Mundial del Cáncer de Próstata, una enfermedad que cada vez está afectando más a los españoles. Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), se espera que 2019 acabe con más de 34.000 nuevos casos. LELO, la reconocida marca de juguetes eróticos de lujo, ha llevado a cabo una encuesta que revela que un 92% de los españoles tiene un conocimiento medio-bajo sobre esta enfermedad, mientras que casi la mitad de los encuestados (47,6%) afirma no haber recibido información sobre salud prostática. Tras una enfermedad así, es común que la actividad sexual se vea resentida. Por ello, LELO desvela algunos consejos para recuperar la normalidad en la vida sexual tras el tratamiento del cáncer de próstata.

“El tratamiento del cáncer de próstata a menudo puede afectar a la vida sexual del paciente, ya que, dependiendo de variables como la edad, es posible que se experimenten problemas de erección o incluso en la capacidad de eyacular”, señala Alberto Gooding, responsable de comunicación de LELO en España. “En este sentido, experimentar nuevas vías de placer aporta grandes beneficios para la recuperación del nivel de vida sexual”, añade Gooding.

Por ello, Valérie Tasso, sexóloga y embajadora de LELO en España recalca que el sexo es un remedio natural y placentero que ayuda a mejorar nuestra salud después de un tratamiento de cáncer y señala algunos consejos:

  • Comunicación y autoestima: Además de la recuperación física, el hombre también debe trabajar su estado anímico, ya que tras un tratamiento de estas características surgen dudas sobre si podrá retomar su vida sexual. Por este motivo, la pareja en su conjunto debe trabajar para establecer una comunicación abierta en cuanto a la intimidad y sexualidad, ya que establecer puentes comunicativos ayudará a afianzar la relación y generar lazos más fuertes, aumentando también los niveles de autoestima del paciente.
  • El sexo no es coito:Valerie Tasso señala que “el sexo no es ni mucho menos sinónimo de penetración. Y, contrariamente a lo que se pueda pensar, los hombres sufren cada vez más por dar placer a sus parejas que por la propia penetración en sí”. La experiencia traumática de haber pasado por un cáncer de próstata quizá pueda ser una magnífica oportunidad para ver y pensar la sexualidad desde una óptica diferente y enriquecedora. Asimismo, el redescubrimiento del cuerpo a través de las caricias y el sexo oral incluso puede ser un nuevo comienzo en una pareja que lleva tiempo junta.
  • El uso de juguetes eróticos: haber padecido un cáncer de próstata no está en absoluto reñido con el uso de objetos de placer. Si el paciente está preocupado por dar placer a su pareja, incorporar masajeadores íntimos en la relación puede ser de gran ayuda y estimular mentalmente al hombre para que éste recupere el deseo sexual. Lo ideal (evidentemente, dependerá de cada pareja) es que sean vibradores pequeños como el galardonado estimulador de clítoris por ondas sónicas SONA, o LILY 2, un masajeador de clítoris para evitar, en un primer momento, el famoso “síndrome del vestuario” (el agravio comparativo del pene con los vibradores). A medida que vaya pasando el tiempo, se pueden usar objetos un poco más grandes, como GIGI o incluso juguetes de pareja como TIANI 3, que estimula de forma simultánea a ambos miembros de la pareja.
  • Volver a trabajar el deseo: “Es muy importante generar un ambiente adecuado que permita que emerja el deseo, algo que siempre necesita trabajarse a lo largo de la vida”, recalca Tasso. Para ello, LELO cuenta con artículos que no solo permitirán jugar con todos los sentidos, sino que también crearán un ambiente cálido y propicio para la intimidad de la pareja, como las velas de masaje FLICKERING TOUCH, ligeramente perfumadas y hechas con cera natural de soja, manteca de karité y aceite de hueso de albaricoque, que se derriten hasta convertirse en un sedoso aceite para masajes; o el plumero TANTRA.
  • “Es necesario lanzar un mensaje positivo y de apoyo para aquellos que padecen un cáncer de próstata o que ya lo hayan dejado atrás, puesto que es factible recuperar el deseo sexual y volver a disfrutar de la vida íntima como antes. Además, el sexo surge como una terapia para ayudar a los pacientes a recuperar su mejor nivel anímico y de estado de salud”, concluye Gooding.

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