Al otro lado del charco las bolsas neoyorquinas han arrancado con signo positivo. Están pudiendo más los repuntes superiores al 2% de Facebook o Netflix, que el mal dato de manufacturas publicado a mediodía: el Empire manufacturero ha caído estrepitosamente desde los 17,8 hasta los 11 puntos.
En la cita anual del BCE que se celebra estos días en Sintra (Portugal) diferentes miembros han recordado que la política monetaria se adaptará a las nuevas circunstancias, todo ello en una semana en la que se deberá decidir al sucesor de Mario Draghi a partir de otoño. A medida que avance la semana se irán celebrando las reuniones de tipos de bancos centrales en Reino Unido, Japón y EE.UU.
El discreto comportamiento del Ibex se explica por las fuertes caídas en determinados valores como Repsol (-4,65%) o Acciona (-2,59%). La peor parte se la ha llevado Indra (-7%), ya que el mercado especula que deberá realizar una ampliación de capital para afrontar la posible adquisición del fabricante de motores ITP Aero, cuya participación del 70% ronda los 1.000 millones de euros. IAG (-1,86%) y el resto de aerolíneas europeas se han visto damnificadas por el profit warning lanzado por Lufthansa a primera hora, lo que ha llevado a las acciones de la alemana a caer un -11%.
El precio del petróleo ha cotizado más tranquilo hoy tras varias jornadas con fuertes altibajos. El crudo Brent caía cerca de un -0,70% rompiendo así con dos sesiones al alza. De poco han servido las declaraciones del ministro de energía saudí indicando que a pesar de las disputas comerciales, prevén que la demanda de petróleo siga creciendo este año.
Tampoco se han visto grandes movimientos en el mercado de deuda, donde el rendimiento de los bonos soberanos continúa en niveles mínimos. La rentabilidad del bono a diez años alemán ronda el -0,24%, el español el 0,52% y el americano el 2,07%.