Motor

Ford GT vs Focus ST Line

Dos formas de triunfar en una carrera de 24 horas

Mariano García Viana | Miércoles 19 de junio de 2019
Ford celebra en dos fines de semana consecutivos las dos carreras de resistencia más importantes del calendario para la marca del óvalo. Ford regresó a las 24 Horas de Le Mans con el nuevo Ford GT en 2016, coincidiendo con el 50 aniversario de la primera victoria del GT40. Las 24 Horas Ford (21 y 22 de junio, Circuito del Jarama), tendrán al Nuevo Ford Focus ST Line 1.5 EcoBoost Automático como gran protagonista. id:46729

En dos fines de semana consecutivos, Ford celebra las dos carreras de resistencia más importantes del calendario para la marca del óvalo. En las 24 Horas de Le Mans el objetivo es ser el más rápido y no sufrir problemas, en una prueba famosa por su brutal dureza para coches, equipos y pilotos. En las 24 Horas Ford también se pone a prueba la resistencia de las mecánicas, pero sus verdaderos objetivos son otros. Por un lado, mostrar la increíble eficiencia y sostenibilidad de los avanzados motores Ford de última generación, cuyas cifras de consumos y emisiones son muy bajas en condiciones reales. Por otro, apoyar de un modo solidario diferentes causas. Y es que en las 24 Horas Ford la marca une dos elementos fundamentales de su ADN: la responsabilidad social y la competición.

24 Horas en diferentes escenarios

Si las 24 Horas de Le Mans se disputan en el circuito de La Sarthe, en Le Mans, con 13.629 metros de longitud en su configuración actual, las 24 Horas Ford se desarrollan en el Circuito del Jarama, de 3.850 metros. La clásica francesa ha disputado este año su 87ª edición mientras que la ronda española celebrará este 2019 la 16ª; todas ellas en el trazado madrileño, salvo la de 2004, que se disputó en el Circuito Ricardo Tormo de la Comunidad Valenciana. En ambas, para ganar hay que ser el más rápido y cubrir el mayor número de vueltas posibles. En Le Mans, con el acelerador a fondo durante más de un 70 por ciento del tiempo por vuelta y, en el Jarama, combinando velocidad y eficiencia para preservar el consumo de combustible y neumáticos.

Tras las históricas cuatro victorias consecutivas del Ford GT 40 en las 24 Horas de Le Mans de 1966 –donde copó los tres escalones del podio-, 1967, 1968 y 1969, Ford Motor Company decidió regresar a la prueba francesa en 2016, cincuenta años después de su primera victoria. En esta ocasión, con un espectacular Ford GT, que hizo honor a su nombre y venció en la máxima categoría para coches derivados de la serie (GTE PRO). Las 24 Horas Ford se han disputado con diferentes versiones del Mondeo, Focus y Fiesta. Todos ellos han demostrado su robustez y bajos consumos de una prueba en la que se han recorrido 342.754 kilómetros de competición, consumiendo 1.283 neumáticos y 38.261 litros de combustible en 16 adiciones.

Ford GT y Focus ST Line: parecidos razonables

Ford compite en las 24 Horas de Le Mans con el espectacular Ford GT GTE, una evolución de competición de la versión de producción del superdeportivo de calle. Es el coche ideal para el objetivo que persigue: ser el más rápido y fiable de su clase. Mientras tanto, las 24 Horas Ford requieren un coche capaz de registrar consumos muy bajos, pero también una conducción fácil y eficaz para cualquier conductor, al darse cita desde pilotos expertos a conductores que nunca antes han rodado en una pista de carreras. Este año se ha escogido el Nuevo Ford Focus con el deportivo acabado ST Line, el motor 1.5 EcoBoost de 150 CV y cambio automático de 8 velocidades.

Aunque ambos automóviles son como la noche y el día, comparten parte de su espíritu y las tecnologías más avanzadas de la marca. Para empezar, ambos modelos se encuentran bajo el paraguas de la división Ford Performance, que también ha concebido al nuevo Ford Focus ST, que permitirá elegir entre un motor de gasolina 2.3 EcoBoost de 280 CV o un diésel 2.0 EcoBlue de 190 CV para configurar el Ford Focus ST más potente, más ágil y más divertido de conducir que nunca. Otra similitud entre ambos es que comparten la multipremiada tecnología EcoBoost. En el Ford GT, se aplica a un bloque 3.5 V6 situado en posición central longitudinal, con más de 500 CV, si bien en la versión de calle se alcanzan los 659 CV al no tener restricciones reglamentarias. El Focus presume de un avanzado propulsor de 3 cilindros en línea con desconexión selectiva de un cilindro y la capacidad de combinar inyección directa o indirecta alojado transversalmente bajo el capó delantero.

También los dos disponen de un cambio secuencial que permite cambiar de forma manual a través de las levas en el volante. En el Focus se trata de una sofisticada caja automática de ocho velocidades, que extrae lo mejor del motor y permite cambios de marcha ultrasuaves. En este cambio se ha reemplazado la palanca tradicional por un selector giratorio instalado en la consola. El Ford GT equipa un cambio secuencial de competición sin apenas ayudas electrónicas. Hay otros datos sorprendentemente similares entre ambos modelos. Por ejemplo, al ver sus dimensiones, los dos tienen una batalla parecida (2.700 mm en el Focus y 2.710 mm en el GT). Y la diferencia de peso tampoco es significativa, con 1.310 kilogramos para el Ford GT GTE y 1.404 para el Nuevo Ford Focus, que gracias al ligero motor tricilíndrico 1.5 EcoBoost, compensa un equipamiento infinitamente superior al del austero coche de carreras. Otros aspectos con diferencias gigantescas son, por ejemplo, la capacidad del maletero (el coche de carreras no tiene y el Ford GT de serie solo ofrece 11 litros, por los 375 litros del Focus) o la altura total, nada menos que 422 mm menor en el modelo de competición. También contrastan las diferentes medidas de frenos y neumáticos 215/50 R17 en el Focus,

Más diferencias. La eficiente mecánica del Focus se lleva el gato al agua en los consumos. Este modelo homologa un consumo medio muy bajo: 6 l/100 km, con unas emisiones de CO2 de solo 136 gr/km. En las 24 Horas Ford, equipos y pilotos competirán para acercarse lo más posible a esta cifra y completar las 24 Horas de carrera con los litros de combustible máximos marcados por la organización. Como referencia, la Fundación Elena Barraquer ganó las 24 Horas Ford 2018 con un Ford Fiesta ST de 200 CV, que completó 563 vueltas (2.167 km) con los 235 litros que cada equipo tenía como límite (consumo medio de 10,8 l/100 km).

El Ford GT GTE consume más, aunque presenta unas cifras sorprendentemente bajas gracias a su tecnología EcoBoost, teniendo en cuenta su potencia, prestaciones y que está pilotado por pilotos profesionales a fondo en un circuito. La unidad que venció en la edición de 2016 de las 24 Horas de Le Mans empleó 2.356 litros para completar las 340 vueltas (4.634 kilómetros), arrojando una media de 51 l/100 km. El GT40 le da la vuelta a la tortilla cuando hablamos de velocidad y aceleración. Este modelo fue el más rápido de su categoría en su victoria en Le Mans, marcando una velocidad punta en la recta de Hunaudières de 301,4 km/h. La versión de calle acelera de 0 a 100 km/h en solo 3 segundos, cifra que incluso rebaja el modelo de competición.

El Ford Focus ST 1.5T EcoBoost 150CV Auto declara una velocidad máxima de 208 km/h y una aceleración 0-100 km/h en 8,9 segundos. Pero estas prestaciones no serán exprimidas a fondo en la 24 Horas Ford, donde hay que jugar con un equilibrio entre velocidad y consumos para optar a la victoria. La cuenta atrás para dar el banderazo de salida a las 24 Horas Ford ha comenzado. Por delante, un gran reto: muchas ilusiones y 12 equipos en representación de otras tantas ONGs, que se repartirán 116.000 euros en premios. Un evento solidario organizado por Ford que ya lleva entregados más de 1,7 millones de euros con los que se han financiado diferentes programas de ayuda a los colectivos más necesitados de la sociedad.


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