Estas son algunas de las conclusiones de la Encuesta de Percepción Económica que anualmente realiza la Asociación de la Empresa Familiar de Madrid (ADEFAM), coincidiendo con la celebración de su Asamblea Anual de Socios. La encuesta de este año ha contado con las respuestas de 200 participantes, entre empresarios y directivos de empresas familiares asistentes a la reunión anual de la Asociación.
A la hora de señalar cuáles son las principales dificultades a las que se enfrentan sus negocios para seguir creciendo, los empresarios familiares señalan en primer lugar los costes laborales altos y la rigidez de los sistemas de contratación y despido. Ambos aspectos recaban conjuntamente cerca del 54% de las respuestas. Significativo resulta además que el 90,9% declare que destina más del 10% del tiempo de la empresa a cumplir con la burocracia de la Administración Pública. Incluso, un 51,5% asegura que dedica a esta tarea más del 20% del tiempo total de actividad.
En cuanto a los principales retos que afrontan las empresas familiares, destacan en primer lugar “ganar tamaño empresarial” (36,4%), seguido de la “internacionalización” (18,2%) y el “relevo generacional” (15,2%). A más distancia citan otros factores, como la captación y retención del “talento”, la “innovación” o la “generación de actividad”.
La encuesta de 2019 también detecta unas perspectivas ligeramente más bajas para la inversión en España. El 69,7% expresa su intención de incrementarla, mientras que hace un año era un 77% el que se expresaba en esta dirección.
Reformas para seguir creciendo
Los empresarios familiares consideran que las principales reformas que necesita España para intensificar el crecimiento económico son, por este orden: el recorte de las Administraciones Públicas y el aumento de su eficiencia (el 99,9% lo consideran necesario o muy necesario); la mejora del sistema educativo (con idéntico porcentaje); la reforma de la fiscalidad empresarial, con especial atención a la reducción del Impuesto de Sociedades, y un mejor tratamiento a la reinversión de beneficios (93,9% lo consideran necesario o muy necesario); los incentivos a la innovación (con idéntico porcentaje); la reducción de las cotizaciones sociales de las empresas (casi el 90% lo consideran necesario o muy necesario), y la reforma del sistema energético para reducir el coste de la energía (91%).
En cuanto a las principales preocupaciones que se opondrían a la estabilidad y al crecimiento económico, los empresarios familiares señalan en primer lugar la “capacidad de la clase política” (46,4%); el actual nivel de paro (28, 6%) y la corrupción (14,3%), el ascenso del proteccionismo comercial (7,1%) y la situación en Cataluña (3,6%).
En sintonía con la visión expresada por el Instituto de la Empresa Familiar sobre la necesidad de cerrar pactos de Estado sobre aspecto básicos para avanzar en el progreso social y económico de España, los socios de ADEFAM indicaron que los más perentorios serían, por este orden, el pacto por las pensiones (33,1% de las respuestas), el pacto de simplificación fiscal y administrativa, el pacto del modelo territorial, y el pacto de Educación y Formación (estos tres últimos reciben cada uno el 22,6% de las respuestas).
Imagen de la empresa en la sociedad
Los empresarios familiares señalan en la encuesta que los valores con los que más se identifican sus negocios son la calidad (tres de cada diez se decantan por esta opción); el compromiso (24,2%) y el esfuerzo (21,2%).
Finalmente, consideran que los empresarios familiares gozan de mejor imagen social que las empresas en general, aunque siempre en términos moderados. El 30,3% considera que la imagen del empresario familiar es buena, frente al 15,2% que piensa lo mismo del empresario en general. Para el 57,6%, los empresarios familiares tendrían una imagen regular, frente a un 42,4% que opina lo mismo de las empresas de modo genérico.