La principal característica de toda colonia de verano, es que sea una colonia fresca y ligera. Cuando se piensa en verano, se buscan más olores y esencias cítricas como la bergamota, el limón, la naranja, la mandarina y la lima. Pero en general, cualquier fragancia con esencias frutales de todo tipo suelen ser una apuesta segura. Solo hay que asegurarse de que no sean muy intensas ya que el calor muchas veces puede estropear el olor original modificándolo y haciendo que no huela bien.
Por eso, en verano, cuanto más ligera sea una fragancia mejor, pero esto no quita que no tenga que durar porque una buena fragancia durará gran parte del día.
A todos aquellos a los que no les guste el olor más intenso de la fruta, siempre están las esencias florales de rosas, violetas, menta, jazmín o té verde. Estas son más suaves pero muy refrescantes cuando se combinan normalmente con alguna esencia cítrica.
Cada persona tiene su propia armonía de esencias, por lo que habrá unas que serán compatibles y otras que no. Para descubrirlo, es importante no llevar una colonia cuando se prueba otra, no frotar la zona donde has aplicado la colonia y principalmente, probarla antes en un cartón y luego probarla en la piel para saber como reaccionará con la química de cada uno.