Según indica la aseguradora, tras dos años de fuerte crecimiento la economía mundial vuelve a la encrucijada debido a las incertidumbres mundiales, la contienda comercial entre Estados Unidos y China, y los inconvenientes de la represión financiera.
¿Qué espera a la economía mundial en 2019 y 2020?
Las perspectivas apuntan a un crecimiento del PIB mundial del +2,7% en 2019 y 2020, en comparación con el +3,1% de 2018.
Las insolvencias aumentarán un +7% en ambos periodos, con un incremento notable en Asia (+15% en 2019), un repunte en Europa (+3%) y un cambio de tendencia gradual en Estados Unidos para 2020. Siete de cada diez países registrarán un aumento de las insolvencias empresariales en 2019, y uno de cada dos países terminará 2019 con más insolvencias de las alcanzadas en términos anuales antes de la crisis mundial de 2008-2009.
Por último, teniendo en cuenta el impacto de la incertidumbre mundial, y el esperado aumento de la deuda pública estadounidense, que podría convertirse en fuente de inestabilidad a partir del cuarto trimestre de 2019, se espera que la economía de Estados Unidos crezca un +2.5% interanual en 2019, y +1,7% en 2020. China se desacelerará hasta el +6,3% y +6,2% respectivamente. La eurozona también sentirá esta caída: +1,2% en 2019 y 2020, en comparación con el crecimiento de +1,9% registrado en 2018.
¿Podría la rivalidad entre Estados Unidos y China desembocar en una guerra comercial mundial?
El escenario de contienda comercial sobre el que SOLUNION advertía hace unos meses podría durar hasta final de año. Ya ha afectado, y seguirá haciéndolo, al ciclo mundial de comercio e inversión, y los mercados emergentes han empezado a notarlo. Esto lleva a revisar las previsiones de crecimiento del comercio mundial a la baja, hasta el +2,2% en términos de volumen, para este año, y +2,5% en 2020, tras el +3,8% de 2018.
Además, la contienda comercial podría incluir varios mercados más allá de la rivalidad Estados Unidos – China. Las tensiones comerciales han aumentado recientemente entre Corea del Sur y Japón. La incertidumbre política, derivada de las próximas elecciones en distintos países emergentes y la reciente renovación de cargos clave, así como la constitución de un nuevo Parlamento en Europa, también apunta hacia posibles sorpresas sobre la postura de la política comercial.
Riesgo político y financiero: el círculo vicioso continúa
El riesgo político mundial, cerca de un máximo histórico en la actualidad, es otro proceso que habrá que enfrentar. El intervencionismo, el gasto público excesivo y la revisión de las políticas económicas tradicionales, siguen desestabilizando el mercado. Hasta ahora, sus efectos en la confianza empresarial y de los hogares han sido limitados, aunque visibles.
Más aún, la represión financiera se está convirtiendo poco a poco en un círculo vicioso, en el que tipos de interés extremadamente bajos se esfuerzan por mantener a flote a las economías, mientras aumentan los riesgos a medio plazo. Una recesión podría venir de los excesos de los actores financieros. Por ahora, existe en particular una desconexión entre los fundamentos y el mercado de acciones, que podría generar inestabilidad más adelante.
Menos profunda, y con una vida más corta que la última recesión, la próxima desaceleración pondrá a prueba la capacidad de las empresas y los poderes económicos para hacer las cosas bien en el momento adecuado, ya que las herramientas políticas tradicionales y la cooperación internacional se han debilitado.