Del estudio podemos destacar, que no hay grandes variaciones en el mundo de la auditoria de nuestro país en este último periodo (1 de octubre 2017 a 30 de septiembre 2018) en cuanto al número de sociedades como al número de personas físicas, tanto ejercientes como no ejercientes.
En cuanto al epígrafe de la facturación, pese a haberse reducido en un 8% el número de auditores ejercientes a título individual, su facturación media, se ha incrementado en un 9%; y en cuanto a las sociedades la facturación ha aumentado en un 4%.
Respecto a la adscripción a Corporaciones tanto de personas físicas como de sociedades, tampoco se aprecian grandes variaciones en este último año, manteniendo ambas corporaciones porcentajes muy parecidos del reparto del mercado entre ambas; así, en cuanto a personas físicas el REA-CGE mantiene un 51% y el ICJC un 49%; y en cuanto al reparto de sociedades el REA-CGE tiene el 58% y el ICJC el 42%.
Un año más, seguimos constatando una preocupante concentración del sector en las grandes firmas de auditoría, en especial del oligopolio formado por las Big-4, que acumulan cerca de dos tercios del empleo existente y casi el 70% de la facturación generada en este periodo.
Esta concentración de la actividad, junto con el precio de la hora facturada que, en promedio, está por debajo de 65 euros/hora y se sitúa en niveles similares a los años previos al inicio de la crisis, son factores que merman de manera importante el desarrollo sostenible del sector y que afectan directamente a la capacidad que tienen los despachos de auditoría de menor dimensión para ejercer su actividad de forma competitiva y eficiente. Muchos países están dedicando atención al tema de la concentración del sector y, por ejemplo, podemos destacar el Reino Unido, donde el regulador de la competencia (la CMA) ha publicado un informe proponiendo al Gobierno que introduzca nuevas regulaciones para favorecer la competencia del sector y ganar en efectividad. El presidente de CMA, Andrew Tyrie, recogiendo las recomendaciones de otros tres informes separados que había recibido, afirmó que las conclusiones de todos ellos eran parecidas, y que es necesario regular para evitar conflictos de intereses entre las actividades de auditoría y consultoría, y que el Reino Unido no puede permitirse confiar en que solo cuatro empresas auditen las compañías más grandes de la Gran Bretaña por más tiempo.
A este respecto, en opinión del presidente del REA Auditores, Carlos Puig de Travy, deberíamos “tomar conciencia de esta situación en nuestro país”. Según Puig de Travy “desde el REA llevamos alertando sobre el problema de la concentración en todos los foros en los que participamos”. “Esperamos que el reglamento de la Ley de Auditoría de Cuentas ayude a mitigar esta situación”, ha concluido Puig de Travy.
Otras conclusiones que se desprenden del estudio realizado advierten de las siguientes circunstancias preocupantes: