1) Elabora un presupuesto. Es importante definir bien el importe máximo que quieres gastar. Esta decisión te ayudará, sobre todo, a la vuelta: no tendrás dificultades para sufragar la deuda que has acumulado por pagarlo con una tarjeta de crédito o para devolver el préstamo personal que has pedido. Una vez determinado, divide el presupuesto en cinco categorías: transporte, alojamiento, manutención, atracciones turísticas y otros (incluye regalos, compras y cualquier gasto de pequeño importe).
2) Infórmate acerca de la economía de tu destino. Por regla general, cuánto más pobre sea una nación, menos valga su moneda o peor esté su situación económica, más barato te saldrá su estancia en ella. ¡Ojo! Lo te ahorras debe superar el mayor gasto que puede representarte, en relación a otros destinos, el vuelo en avión. Por ejemplo, este verano Turquía será un destino “chollo”. Uno de los principales motivos es la caída de la cotización de la lira turca respecto al euro. Entre el 1 de junio de 2018 y el 31 de mayo de 2019, lo ha hecho en un 16,7%.
3) Aprovecha las ofertas de las aerolíneas. Para conseguir vuelos económicos, deberás tener en cuenta diferentes factores: viajar con compañías ‘low-cost’; escoger el vuelo con antelación; viajar los días menos frecuentados por turistas; no pagar por seleccionar tus asientos en el avión; y viajar con maleta de mano.
4) Alójate en la periferia. Los alojamientos turísticos más caros están en el centro. Por ello, es recomendable alojarse en los suburbios de las ciudades, donde encontrarás hoteles y/o apartamentos de calidad a un precio inferior. Pero, ¡no te olvides! Antes de realizar la reserva comprueba las frecuencias de paso del transporte público, que te permitan acceder a los sitios más turísticos con facilidad.
5) Únete a los free tours. Antes de viajar, investiga acerca de los lugares emblemáticos e interesantes que debes visitar y planifícate. Lo ideal para conocer la historia y curiosidades de la ciudad, de forma económica, es realizar un free tour. Como su retribución depende de tu satisfacción, tendrás el mejor guía posible a un buen precio. Eso sí, ¡sé justo y no te aproveches de que el precio lo determinas tú!
6) Evita comer en zonas turísticas. Los locales con un precio de alquiler más caro suelen ser los que se sitúan en el centro turístico y comercial. Para que les salga rentable, los restaurantes deben conseguir atraer clientes y cobrarles un elevado precio por su servicio. Normalmente, éste no lo justifica la calidad de la comida, sino la magnífica ubicación del establecimiento. Una forma de ahorrar dinero en la manutención es tomar un buen desayuno y cena en cualquier restaurante cercano a tu hotel de la periferia y llevarse un tentempié para la comida.
7) Regala objetos diferentes. La mayoría de las tiendas de souvenirs suelen ofrecer lo mismo a unos precios muy elevados en comparación a su coste. Te proponemos sorprender a tus amigos y familiares. Deja por unas horas el centro, desplázate a otros barrios y busca en sus tiendas algún artículo original. Tus allegados reconocerán tu esfuerzo y se sentirán especiales. Su precio será notoriamente más bajo y probablemente su calidad sea más elevada.
En resumen, viajar mucho y barato no es difícil. Hay que organizarse bien y cumplir estrictamente una serie de reglas. La mayoría tienen un carácter económico, pues el objetivo es que cuando regreses a casa el viaje sea un fantástico recuerdo.