Motor

DS 4 Crossback HDI 120 CV Style

Para “campear” con clase

Mariano García Viana | Miércoles 11 de mayo de 2016

Desde luego el DS4 Crossback no es un todoterreno, pero su mayor altura con respecto a sus hermanos “normales” (30 mm.), le posibilitan su utilización por caminos y terrenos algo escabrosos, por los que podría circular sin dificultad, pero eso sí, siempre lo haría con la clase que la marca transmite.



Basado en el DS4 2015, el Crossback, cuyo nombre ha sido ya patentado por el Grupo PSA, adapta una serie de elementos estéticos, además de la mencionada mayor altura con respecto a suelo, que le dan un aire más aventurero y que anima a utilizarle fuera de la carretera, siempre que no se acometan dificultades propias de un todoterreno, hecho este que no ocurre en la mayor parte de los modelos denominados todocamino como es el que nos ocupa. DS ha estado muy acertada en el diseño de esos elementos “aventureros” que se han añadido, ya que el DS4 que ya de por sí tiene un aire distinguido y hasta elegante, no pierde un ápice en este aspecto, ganándolo en un juvenil desenfado.

El Crossback, muestra unas señaladas molduras de plástico en el paso de ruedas, barras de aluminio que recorren el techo, un alerón negro de mayor tamaño sobre la luneta, un frontal cuyo centro bajo la parrilla es de color negro, unas ruedas de mayor tamaño con llantas también de color negro, así como retrovisores exteriores del mismo color. Por lo demás es un elegante DS4 con su particular diseño. El nuevo frontal de nido de abeja negro, con marco cromado y presidido por las siglas DS de generoso tamaño, faros estrechos de leds, antinieblas direccionales, enorme luneta panorámica que se prolonga por el techo, lateral compacto y con las ventanillas enmarcadas por un grueso filete cromado y con la manilla de la puerta trasera escamoteada en el propio marco, pasos de rueda abultados, sobre todo los traseros y parte posterior redondeada con grandes grupos ópticos, generoso portón y ficticias salidas de escape rectangulares y cromadas, situada en los extremos del difusor de aire trasero. En definitiva un coche realmente personal e insistiendo, bastante elegante.

El interior del Crossback, como en todos los DS, se respira calidad y buena terminación. Todo en el salpicadero está orientado al conductor pues incluso la visera engloba el cuadro y la consola central, mientras que en el lado del acompañante se muestra liso y sencillo. El cuadro tiene tres “relojes” virtuales, que por cierto pueden cambiar de color, por un lado en su fondo y por otro en sus guarismos. El central de mayor tamaño contiene el velocímetro, tanto en analógico como en digital y dos más pequeños a cada lado de él, uno para el cuentavueltas y otro para nivel de combustible y por supuesto en todos ellos un buen número de luces avisadoras o de conexión de los distintos elementos del completo equipamiento. En el centro de la consola se sitúan la pantalla táctil multifunción, que también engloba varios interruptores virtuales, las salidas de aire, los mandos elementales del equipo de sonido y más abajo los del climatizador. Es de destacar de los cromados o los tonos de aluminio, son abundantes en múltiples detalles, lo que da un toque de elegancia al conjunto. Por supuesto que el agradable volante es multifunción. Los dos ocupantes delanteros gozan de un generoso espacio y sus asientos resultan muy confortables y sujetan muy bien el cuerpo. Por su parte la parte trasera se puede decir que tiene algunas pegas, si bien el asiento, más apropiado para dos personas, resultan también cómodo, el espacio del que disponen los ocupantes para las piernas es relativamente estrecho, mientras que la ventanilla es fija, lo que puede proporcionar cierta claustrofobia a determinadas personas. Pero lo que nos ha parecido un inconveniente mayor es el estrecho espacio que queda en la parte baja de la puerta para entrar y salir de esta zona trasera, lo que, como hemos podido comprobar resulta realmente incómodo para personas de movilidad un tanto reducida, como también es un cierto inconveniente el que la puerta acabe en un pico tan pronunciado que al tener ahí precisamente la manilla de apertura, acaba uno “clavándose” el pico en el pecho. Pero en fin, son los inconvenientes que a veces hay que pagar por un diseño agradable, moderno y, una vez más, elegante. El maletero se puede calificar de correcto, con 385 litros de capacidad.

El equipamiento es muy completo y se dispone de un buen número de elementos para hacer más fácil y más segura la conducción. Y ya que hablamos de ello digamos que el Crossback es un coche francamente fácil de conducir, ya que el puesto de conducción está muy bien conseguido, cualquiera se puede adaptar a él fácilmente, la visibilidad es magnífica hacia delante, los mandos son también fácilmente localizables y la palanca de cambios queda muy a mano y es suave de manejar. En carretera muestra un buen aplomo aunque se circule a altas velocidades y fuera de ella, por pistas, donde también se puede circular con cierta velocidad, sobre todo si el modelo está equipado con los excelentes neumáticos Michelin CrossClimate, Para asegurar un óptimo comportamiento en pavimentos con baja adherencia (nieve, barro, tierra…) el DS4 Crossback dispone de un eficaz control de tracción inteligente. En el tren trasero se conforma con un sistema McPherson, mientras que el trasero es de brazo tirado, consiguiendo un buen compromiso entre confort, eficacia y seguridad.

La unidad probada montaba el motor más “pequeño” diesel de la gama, es decir, el HDI de 1.560 c.c. cuyo rendimiento es de 120 CV a 3.500 r.p.m. y el par de 300 Nm a 1.750 r.p.m.. Un motor que nominalmente no parece muy potente pero que a la hora de la verdad, se muestra de lo más dispuesto a entregar su potencia de forma rápida y desde bajas vueltas y con un nivel sonoro bastante contenido para ser un diesel de cuatro cilindros. La caja de cambios manual de 6 velocidades, cuenta con unas relaciones muy bien estudiadas para las características del motor, si bien la 6ª quizás sea demasiado larga y obliga a reducir si queremos no perder el ritmo cuando hay que bajar de vueltas. Ahora bien, por el contrario, esa “largueza” contribuye, al igual que la función Star&Stop, a que el consumo no supere los 4 litros de media.

En definitiva un compacto no solo con apariencia de todo camino, sino efectivamente capaz de comportarse como tal, aunque las circunstancias de adherencia sean difíciles, con el añadido además de ese toque “glamuroso” que tienen los modelos de DS.


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