Combina un eficiente motor gasolina de cuatro cilindros y 211 CV con un motor eléctrico de 90 kW integrado en el cambio automático de nueve velocidades 9G-TRONIC. A pesar de su austeridad en el consumo de combustible, su potencia combinada de 230 CV y su par combinado máximo de 700 Nm le confieren grandes dosis de dinamismo, siendo capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 5,4 segundos (5,5 para la versión Estate). Gracias al cargador de a bordo con una potencia de 7,4 kW, la batería puede cargarse del 10 a 100% SoC (estado de carga) en solo 1,5 horas por conexión a un Wallbox si se aprovecha la potencia máxima.
Cuenta con un sistema de gestión inteligente que evalúa datos de todos los sistemas de asistencia a la conducción, como sensores de radar, cámara y sistema de navegación para asumir un estilo de conducción anticipativo. Para maximizar la autonomía eléctrica, la gestión de la propulsión tiene en cuenta la topografía de la ruta, su cartografía y el tráfico y calcula el momento en que el conductor debería levantar el pie del acelerador (con el fin de aprovechar la inercia del vehículo al frenar para cargar la batería), cuándo y con qué frecuencia debe cambiarse de relación para ahorrar combustible y cómo debe controlarse la temperatura de servicio de todos los grupos para poder afrontar con eficiencia la próxima pendiente.