Este cambio de expectativas se ha traducido hoy en un desplome cercano al -2% para las bolsas y en un movimiento en el mercado de bonos que históricamente ha servido para predecir recesiones: las curvas tanto americana como británica se han invertido, haciendo que la rentabilidad del bono a dos años supere la del bono a diez años.
Un Ibex absolutamente deprimido se ha dejado un -1,98% al cerrar en los 8.522 puntos, por lo que pasa a estar en números rojos en lo que llevamos de año. El índice acumula una caída del 10% desde sus máximos de abril.
El comportamiento de otras plazas europeas ha sido similar: DAX -2,13%, CAC -2,08% o Eurostoxx -2%. En Wall Street poco ha durado el efecto de esa minitregua comercial de la que habló Trump ayer, y que hizo que el índice S&P500 sumase ayer un +1,77%. Los principales índices neoyorquinos pierden un -2,40% a unas horas del cierre.
Los inversores se han cebado con las empresas más ligadas al ciclo y las que peor lo pasarían en un escenario de recesión. Los mayores descensos del Ibex los han protagonizado Arcelormittal (-7,72%) y los bancos más vulnerables: Bankia, Bankinter y Sabadell han cedido alrededor del -5%. Destaca también la caída del -4,21% para Telefónica, que pierde los 6 euros/acción tras un informe de los analistas de JP Morgan.
En el lado opuesto, han aguantado el tipo valores considerados defensivos como Grifols (-0,42%) o Acciona (+0,66%). Mediaset (+0,95%) ha sido el más alcista en un día en el que su matriz italiana se ha disparado un 4%.
Las reacciones en otros activos han ido en línea con este pesimismo generalizado: el petróleo ha perdido más del -3%, el euro se ha debilitado frente al dólar (hasta 1,114) y han triunfado activos refugio como el oro (+1% hasta 1.520 dólares/onza) o el yen japonés. La rentabilidad de los bonos europeos ha marcado un nuevo mínimo histórico: la del diez años alemán ha descendido hasta el -0,65% y la del español al 0,13%.
En el plano macroeconómico la primera decepción ha llegado desde China, donde las ventas minoristas de julio crecieron a un ritmo inferior al previsto: 7,6% vs 8,6% estimado. En Alemania se han cumplido los peores pronósticos al mostrar una contracción del -0,1% en la economía durante el segundo trimestre. Todavía no ha llegado a ese punto la zona euro en su conjunto, pero sí se nota un debilitamiento tras ver cómo el PIB ha pasado del 0,4% en el primer trimestre al 0,2% en el segundo.