Los pagos internacionales derivados de las importaciones y exportaciones son otra de las razones que incrementan el endeudamiento de las empresas y, más en concreto, de las pymes. Se trata de un proceso que implica cambios de divisas, diferencias administrativas y barreras idiomáticas que, de una manera y otra, dilatan los procesos.
El nuevo Informe Europeo de Pagos elaborado por Intrum, compañía líder en prevención y gestión de impagos, ha analizado los factores más comunes que afectan a las empresas europeas en relación a sus pagos internacionales.
En el caso de las compañías españolas, la proporción de pagos entrantes internacionales supone el 9,1% del total de pagos, frente al 10,5% que representa para el promedio europeo. Así, a pesar de que este tipo de pagos es más elevado en el caso de las grandes empresas españolas (18,5%), para las pymes ya suponen el 8,9% del total de sus pagos entrantes.
El estudio apunta que la barrera del idioma es el factor que menos afecta al endeudamiento por pagos internacionales, aunque un 45% de las empresas europeas ve como un problema la diferencia de lenguaje. En España, tan solo el 16% de las pymes percibe este aspecto como una dificultad.
Por el contrario, la cultura de pagos local es el factor que más influye negativamente en los pagos internacionales de las pymes españolas. Tres de cada 10 pymes (33%) se ven perjudicadas por las diferentes culturas de pago, siendo un 23% de ellas las que aseguran tener las mayores dificultades.
En el estudio de Intrum se recogen otros factores que influyen a la hora de realizar pagos internacionales, como son los métodos de pago y los problemas con las divisas. Los cuales sólo se perciben como un problema por el 32% y el 16% de las pymes españolas, respectivamente.