Así, la vuelta a las obligaciones laborales puede generar lo que se conoce como ‘estrés postvacacional’, trastorno que dificulta la adaptación al nuevo ritmo laboral y que se manifiesta en forma de preocupación, inseguridad, palpitaciones, molestias digestivas, dolor de cabeza o alteraciones en el apetito. Pese a que cualquier persona puede sufrir estas molestias, aquellas que ya presentan acumulación de otro tipo de estresores, tales como dificultades económicas, excesiva carga laboral o problemas de salud, son más proclives a padecerlas.
En este sentido, tal y como reflejan los datos obtenidos por la aseguradora de salud Cigna en su último estudio, ‘360 Wellbeing Survey 2019: Well and Beyond”2, el 71% de los españoles reconoce sufrir estrés. Las fuentes principales de este trastorno, tal y como indican, son: demasiado trabajo (25%), cuestiones relacionadas con la salud familiar (14%) o la salud propia (11%) y los problemas financieros individuales (10%) o familiares (9%).
Según este estudio, la percepción cambia por edad y sexo. Las mujeres están más estresadas que los hombres (78% vs 65%) y los jóvenes de 25 y 35 años son, con un 80%, el grupo poblacional más afectado si lo comparamos con los de 35-49 años (75%) y los mayores de 50 (60%).
“Para superar el estrés postvacacional y minimizar sus consecuencias negativas, es necesario incorporar en nuestro día a día algunas pautas preventivas. Es importante que pensemos en el estrés como un factor de riesgo real, de manera que trabajemos activamente para limitar su impacto en nuestra salud y bienestar”, indica la Dra. Marta López Tomás, E-Health Medical Manager de Cigna España.
¿Qué pautas se pueden poner en práctica para prevenir y afrontar el estrés tras las vacaciones?
Únicamente el 11% recurre a la ayuda de un especialista
Los síntomas del estrés postvacacional son temporales. Sin embargo, si éstos se agravan con el tiempo, es recomendable acudir a un profesional médico que ayude a gestionar correctamente la tensión y ansiedad. Según el estudio de Cigna, de aquellas personas que han reconocido tener estrés, tan solo el 11% está tratando la situación con un profesional médico. Un porcentaje que se reduce 8 puntos con respecto a 2018.
En este sentido, son los mayores de 50 años los que más apuestan por esta vía: el 13% de los que presentan estrés está acudiendo a terapia, frente al 9% de los de 35-49 años y de los de 25-34 años.