Los bonos soberanos británicos (gilts) han tenido un buen comportamiento en lo que va de año, en parte impulsados por un el giro global hacia la calidad en los bonos, pero también sin duda como resultado de los acontecimientos que se han ido produciendo en el parlamento del Reino Unido y el aumento de las expectativas de que un Brexit duro podría convertirse en realidad el 31 de octubre.
El riesgo más obvio de tener gilts en cartera dependerá de si el gobierno de Boris Johnson se viene abajo y toma el control un gobierno dirigido por los laboristas. Los bonos soberanos británicos podrían seguir funcionando como activos libre de riesgo, pero si se pusiera en marcha un programa de endeudamiento importante -algo muy probablemente bajo un ejecutivo laborista- podría ejercer presión sobre estos títulos. Además, un brexit sin acuerdo o un gobierno del Partido Laborista podría dar lugar a que los inversores extranjeros vendieran los gilts que tienen en cartera. Por lo tanto, como una clase libre de riesgo, podría haber mejores clases de productos a considerar, tales como los bonos del Tesoro de los Estados Unidos. El impacto sobre el crédito en libras esterlinas ha sido relativamente moderado tras la noticia de la suspensión del Parlamento. Ya existe una prima por el Brexit desde el referéndum - probablemente habría más volatilidad si al final se produjese un Brexit sin acuerdo, pero la reacción ha sido moderada hasta ahora-. Aunque las medidas del Primer Ministro parecen agresivas, también es cierto que parecío encontrar un terreno común con los líderes europeos cuando se reunieron la semana pasada, y creemos que le gustaría encontrar una solución al estancamiento y, en última instancia, llegar a un acuerdo. Todavía no es seguro un Brexit sin acuerdo.