Cerca de cuatro millones de cebuanos se beneficiarán con este proyecto que en su primera fase contará con 14 estaciones, diseñadas por Carlos Arnaiz. Actualmente, ya fueron inauguradas cuatro. Esta iniciativa, sin precedentes en Filipinas, ayudará a mitigar también las críticas situaciones causadas en las fuertes temporadas de lluvia.
Carlos Arnaiz es un arquitecto y filósofo hijo de un filipino y una colombiana que creció en Asia. Su pasión y entrega por el diseño, la belleza y el paisajismo, hoy lo catalogan como uno de los 50 mejores arquitectos del mundo menores de 50 años.
Él, con su empresa Caza Architects, con base en Nueva York, y sedes en Manila y Bogotá y que próximamente iniciará operaciones en Perú, Vietnam, Malasia e Indonesia, ha obtenido importantes reconocimientos de talla mundial con los más de 40 proyectos realizados en diferentes países.
Tras la aprobación de la ejecución del primer Sistema de Transporte Rápido de Cebú, la ciudad más grande de Filipinas, Carlos Arnaiz y su creativo equipo iniciaron su participación en la iniciativa con el diseño de las catorce estaciones que conformarían la obra. “Nos basamos en cuatro prototipos porque cada estación tenía un tamaño y ubicación diferente. Pensamos primero en el diseño gráfico, la circulación de las personas dentro de estos espacios, las señales que debía tener, entre otros aspectos”, afirma Arnaiz.
Para la parte visual de los paraderos, se tuvo en cuenta la versatilidad de la ciudad en ámbitos de emprendimiento y cultura de diseño y arte profundo. Exitosos artistas oriundos de Cebú que trabajan muebles hechos en el tejido llamado rattan, y el Sinulog, el tradicional festival cultural y religioso del catolicismo celebrado allí, fueron la inspiración para el diseño abstracto de esta obra.
“Para el color de las estaciones nos basamos en el Sinulog, un carnaval, que se realiza anualmente, donde los habitantes de la ciudad, salen a las calles vestidos con ropas coloridas a bailar acompañados de trompetas, tambores y gongos nativos. Su diseño cuenta también con patrones de origami, de la cultura japonesa, donde utilizan un tipo de plegable y solo con ese sistema tan simple, se pudo dar mayor complejidad al proyecto”, explica Arnaiz.
Además de tener una apariencia atractiva para sus habitantes, el arquitecto pensó en darle a la obra una estructura que ayudara a disminuir el riesgo de inundaciones en la ciudad. Éstas fueron hechas de acero y fáciles de instalar. El módulo, compuesto por triángulos, fue utilizado en las paredes y los techos, lo que permitió construir paraderos más largos, angostos y anchos que se adecuaron sin importar su ubicación en diferentes vías de la ciudad.
Apoyado en esta técnica, que simula un abanico, Caza Architects introdujo un esquema que asimismo, recogiera las aguas lluvia que intensamente caen en Filipinas, para que pasaran a través de unos tubos y lleven el líquido a unos estanques ubicados debajo de las estaciones.
Recientemente fueron inauguradas cuatro de las 14 estaciones que conforman la primera fase del proyecto y en los próximos meses serán entregadas las 10 restantes. Cebú, como antigua primera capital de Filipinas, se ha caracterizado por tener un importante desarrollo comercial, educacional e industrial.
De esta forma, la apertura del primer Sistema de Transporte Rápido de la isla, diseñado en su totalidad por el Colombo – Flipino, se convierte en un atractivo para el impulso y llegada de nuevas empresas. Ejemplo de ello es también la apertura de uno de los más innovadores centros comerciales de Filipinas, en el que Caza Architects también fue responsable del diseño del área de comidas y la bolera.