Se espera que los tipos de interés se reduzcan más y a un ritmo mayor en todo el mundo, pero el paso de la política acomodaticia a un crecimiento más fuerte será largo, ya que los bancos y prestatarios cautelosos se toman su tiempo para responder. Tanto el riesgo geopolítico como la incertidumbre política son elevados y no se verán afectados por un menor coste del crédito.
Europa: recorte de las previsiones
Las previsiones de la eurozona se han rebajado significativamente a medida que la guerra comercial entre EE.UU. y China se ha intensificado. Los recortes de tipos de interés y el retorno de la expansión cuantitativa (QE) ayudarán a la economía, pero es poco probable que detengan la propagación de la debilidad de la industria manufacturera a otras industrias.
Emergentes: con el viento en contra
La escalada de la guerra comercial no ofrece muchas posibilidades de mejorar las perspectivas de los mercados emergentes. Reducimos las expectativas de crecimiento de las economías BRIC este trimestre y esperamos que la guerra comercial la debilidad de 2020.
En un tono más positivo, creemos que ahora hay margen para una mayor relajación cuantitativa por parte de los bancos centrales de los países emergentes, mientras sus homólogos desarrollados adoptan una postura más dovish.
Japón: el Banco de Japón prepara medidas de flexibilización
Un primer semestre más fuerte de lo esperado impulsa una mejora de las perspectivas de crecimiento para 2019, pero el agravamiento de la guerra comercial entre Estados Unidos y China empeora las perspectivas para 2020.
Teniendo en cuenta unas perspectivas internacionales más débiles y una mayor apreciación del yen, esperamos que el Banco de Japón adopte medidas de relajación. Esto debería ser una respuesta de política interna para suavizar el golpe de la subida de los impuestos al consumo.