En la gestión pública, la política se circunscribe a los programas que se ejecutan desde la administración del Estado. Y entre otros asuntos, atiende trámites de nacionalidad, temas constitucionales o presupuestos para acometer el rescate, por ejemplo, de una escultura romana de patrimonio histórico.
Obtener nacionalidad sin problemas
Cuando se requiere conocer acerca de cómo tramitar papeles legales, es posible que los lectores se orienten en encontrar un blog sobre tramites en España, donde con seguridad se puedan guiar debidamente.
Y es que estos temas son de interés permanente entre aquellos que quieren optar por otra nacionalidad, o aspiran a la del país donde nacieron y donde viven en la actualidad, lo que se conoce como doble nacionalidad. En todo caso, es un derecho que algunos estados conceden a sus ciudadanos.
Durante la segunda mitad del siglo XX el mundo comprobó cambios sustanciales extraordinarios, que son sin duda alguna, los que premian hoy en día las transformaciones que se han alcanzado en los modelos nacionales y que han impactado de manera global.
La legalidad que extienden algunos países facilita que todo aquél que quiera obtener una nacionalidad pueda aspirar a tenerla, siempre y cuando cumpla con los parámetros que, en ejercicio de la disposición política, extienda cada país desde su soberanía administrativa.
Existen varias formas de acceder a la nacionalidad española, las más comunes son a través del matrimonio en España o la naturalización.
La legalidad llama a la puerta
Y en efecto, para responder a las exigencias que implican las relaciones humanas, los países demuestran su soberanía mediante un tratado de leyes que están en sus ordenamientos, como en el caso de España, en la Constitución. En el portal https://tiempodepolitica.com/, precisamente, se puede encontrar información relativa a los derechos y deberes de los ciudadanos, así como la responsabilidad del Estado.
Este compendio legal expresa igualmente el tipo de gobierno que ha de regir para una sociedad en particular. Por ejemplo, en el debate actual entran en discusión las concepciones sobre el carácter representativo de la política o la participación de la población en las decisiones de Estado.
Por supuesto, esta última prerrogativa se introduce bajo un criterio que va mucho más allá del sentido electoral de dicha participación. Pero en todo caso, son propuestas que resuenan mundialmente y que operan bajo el ideal de modernizar el Estado y la democracia.
Resulta pertinente recordar que la concepción institucional estatal podría remontarse al siglo XVIII, en las ideas de la Ilustración, bien en el pensamiento de Montesquieu y el espíritu de las leyes, o de Jean-Jacques Rousseau y el Contrato Social o la voluntad general. Puede ser significativo que muchos modelos busquen la forma de ser mejor.
Como una escultura romana
Con respecto a las leyes, cabe mencionar que mucha de la argumentación legal vigente en occidente tiene bases en el Derecho Romano, un ordenamiento jurídico que rigió en la Roma antigua.
En http://conoceitalia.com/ los lectores más curiosos pueden adentrarse y conocer, no sólo lo que significó este hito transformador que se continúa estudiando hoy en día, sino también, lo que reveló la cultura y sobre todo la expresión artística de aquel tiempo.
Tanto las leyes antiguas como el arte, mantienen vivo su interés. La gran personalidad y el alcance del conocimiento alcanzado por el pueblo romano, y la belleza monumental de su manifestación simbólica, sustraen una reflexión a la luz de lo que es el mundo actual.
Si alguien se atreve a asomarse a la contemporaneidad actual podrá observar que el espíritu transformador hoy cambia la realidad. Quizás, como en otros momentos de la historia, los cambios inspiran para que la humanidad visualice nuevos paradigmas.
La revisión del pasado histórico puede servir de motivación para conformar una nueva ciudadanía en el torbellino político y en el margen del espíritu de las leyes.