Motor

Dacia Duster dCi 115 CV 4x4

El superventas de los SUV, y el más económico, se muestra como uno de los más eficaces fuera de la carretera

Mariano García Viana | Miércoles 18 de septiembre de 2019
La que pudiéramos llamar segunda generación del Duster, después de la última remodelación que, aunque parece que es casi igual que la generación primigenia, si tiene unos nuevos componentes y características, todas ellas positivas, que le diferencian de su antecesor. id:49907

Estéticamente el nuevo Duster ha ganado en presencia sobre todo en su morro y parte delantera en general, más agresiva, como ahora veremos y hemos podido comprobar a la vista del “éxito” que ha tenido entre el público que se ha acercado a verlo de cerca, pues además la unidad de pruebas lucía una carrocería de color dorado muy logrado y llamativo. Volviendo a esa parte delantera, vemos que como novedades encontramos una calandra a base de rectángulos con los bordes cromados con fondo negro que abarca todo el frontal a excepción de los faros, que ahora lucen una iluminación de día a base de Leds. Un protector delantero de color aluminio satinado, al ser bastante más grande, abarca casi todo el paragolpes y sube hasta casi la calandra, mientras que nace en los bajos del coche y se ensancha hasta los antiniebla que, situados en los laterales, están ubicados en un hueco negro; en el centro del protector se sitúa una gran entrada de aire. Otra característica es el capó que ahora es más horizontal y contiene unas líneas salientes.

Lateralmente, quizás la característica más señalada sea que el parabrisas ha avanzado 100 mm. para permitir una mayor inclinación y una mejor aerodinámica. Los abultados pasos de rueda dan una buena sensación de robustez y anchura al coche. Hay que señalar que a la salida del delantero se ubica verticalmente un embellecedor negro que imita una salida de aire y permite incrustar en él las siglas de la tracción integral. Este embellecedor se prolonga horizontalmente, convirtiéndose en protector de los bajos de las puertas y del inicio del paso de rueda trasero. Éste, por cierto, se prolonga en su abultamiento por la parte trasera convirtiéndose en parte del paragolpes. Las barras del techo de color aluminio son de nuevo diseño y lucen una parte negra donde se sitúa el nombre del modelo. Por su parte, las llantas son de aleación de 17” y disponen de un bonito diseño. Para terminar con la visualización de la carrocería, digamos que el mencionado paragolpes trasero, esta ocupado casi en su totalidad por un protector gris satinado similar al delantero, en cuya parte central existe un espacio negro, más sufrido que se prologa hacia los bajos del coche. La luneta es de generoso tamaño y esta coronada por un discreto alerón. Los grupos ópticos están compuesto por cuatro cuadrados rojos, como es habitual en la marca, en cuyo centro se sitúa el indicador de dirección y están ubicados en los extremos de la carrocería, introduciéndose en parte en el contorno del amplio portón.

Desde luego, si una persona no sabe que es un coche de los denominados de bajo coste, el aspecto impecable del Duster es similar a cualquier SUV de un precio mucho más elevado. No podemos decir lo mismo del interior, pues se ve que los plásticos no son de una elevada calidad y el diseño es sencillo, aunque en honor a la verdad, hay que señalar que todo ajustaba perfectamente y estaba exento de vibraciones. El sencillo diseño del salpicadero es muy lineal, pero no por ello deja de tener todo bien colocado y con lógica. En un primer vistazo llaman la atención las redondas salidas de aire, una a cada lado del salpicadero y tres en la zona central. El cuadro esta presidido por los dos grandes relojes del cuentavueltas y velocímetro, dejando la parte central para la velocidad a la que se circula y los datos del ordenador y la situación de las puertas del coche, además de la barra que indica el nivel de combustible y de bastantes testigos luminosos. Todo bastante claro y fácil de interpretar. La pantalla multifunción táctil de 7” esta situada en el centro del salpicadero, quizás en posición algo baja para ver sus datos de un simple vistazo. Su manejo es satisfactorio porque los menús están bien organizados y la navegación por ellos es intuitiva. La velocidad de respuesta es rápida y la calidad de los gráficos normal. Algunas funciones, como el cambio de emisora y el volumen, se pueden activar con un mando que hay tras el volante.

Debajo de la pantalla encontramos una fila de 8 teclas para distintas funciones del coche, control de descenso, cámara periférica, warning……Más abajo aún se sitúan los tres mandos circulares del climatizador con sus teclas auxiliares. Delante de la palanca de cambios lo que encontramos es un hueco portaobjetos de generosas dimensiones y tras la citada palanca una rueda giratoria que nos determina el tipo de tracción. Por un lado, la tracción delantera (2WD), que es la más habitual y la que se conecta por defecto al arrancar el coche, por otro la posición AUTO, en la que la tracción reparte el par en función de la necesidades entre el eje delantero y trasero y por último la posición LOCK en la que el sistema reparte el 50% del par a cada eje, pero hay que tener en cuenta en esta posición que si se circula a más de 60 km/h, se desconecta y automáticamente se vuelve a la posición Auto.

En cuanto a los asientos nos han parecido bastante cómodos y sujetan correctamente el cuerpo. La posición ante el volante no plantea problemas gracias a los reglajes manuales de los asientos y del volante. El asiento trasero, por espacio, puede acoger perfectamente a tres personas y viajar con mucha comodidad, pues además los tres reposacabezas suben a la misma altura, solamente hay un inconveniente, que el cinturón de la plaza trasera esta anclado a techo en la zona ya del maletero y para la persona que allí se siente, como hemos podido comprobar, resulta un tanto incómodo tanto para ponérselo como una vez abrochado. El maletero dispone de una capacidad de 411 litros en esta versión 4x4, que simplemente se puede calificar de correcto con arreglo a las dimensiones del coche, pero se puede ampliar fácilmente, abatiendo el respaldo del asiento posterior en proporción 60/40, con lo que puede llegar a ofrecer 1.444 litros de capacidad. Una buena cantidad de útiles huecos se reparte por el amplio y cómodo habitáculo.

El equipamiento del nuevo Duster es completo teniendo en cuenta su precio, que en esta versión superior y con tracción 4x4 y con el nuevo color naranja Atacama, ronda los 20.000 €. En él podemos encontrar el programador de velocidad, el avisador de vehículo en el ángulo muerto, sensores de aparcamiento con cámara, cámara periférica, alerta de cambio de carril, encendido automático de luces, etc. Lo que echamos de menos, a pesar de que la versión probada estaba bien equipada, el encendido y parada por botón y no por llave como así era. De todas formas, hay un catálogo de nada menos que 147 elementos opcionales.

El motor de la unidad de pruebas montaba el motor diésel dCi de 1.500 c.c., que ya hemos conducido en otros modelos de Renault. Un motor que desarrolla una potencia de 116 CV a 3.750 r.p.m. y un par de 260 Nm a 2.000 vueltas. Su funcionamiento es muy satisfactorio pues, ayudado por unos desarrollos del cambio muy cortos en sus cuatro primeras relaciones, recupera con una gran facilidad y rapidez, pues además el Duster es bastante ligero, pues no llega a la tonelada y media de peso. Si llegar a la insonorización detectada en otros modelos de superior categoría y precio, la rumorosidad mecánica no molesta dentro del habitáculo y solo se deja oir a utilizar las velocidades cortas y acelerar con decisión. Esa “cortedad” de las primeras velocidades hacen que se pueda arrancar en segunda y que apenas hayamos cogido velocidad ya nos encontremos en cuarta. La 5ª y la 6ª son ya lo suficientemente largas como para circular a cierta velocidad con bajas revoluciones y lógicamente un consumo más contenido. Por cierto, éste, en una utilización mixta se cifra en los 5,5 litros a los 100 km. En cuanto a las prestaciones, la velocidad máxima es de 180 Km/h y la aceleración de 0 a 100 km/h es de 12,1 segundos. Unas prestaciones nada espectaculares, pero que se olvidan a la hora de conducir el Duster.

Efectivamente, el Duster se muestra ágil y rápido de reacciones gracias a una dirección con asistencia eléctrica que es muy efectiva, ello permite, un manejo sencillo en ciudad y efectivo en ciudad, como si el coche fuera más pequeño de lo que es en realidad. En carretera el Duster se defiende bien y puede mantener una velocidad de crucero más que digna. Las suspensiones tipo McPherson con sus correspondientes barras estabilizadoras, se muestran efectivas y con un buen compromiso entre el confort y la estabilidad. Ahora bien, hemos apreciado que los recorridos de la suspensión son demasiado largos, lo que da como resultado un marcado balanceo de la carrocería en las curvas o incluso en recta cuando se circula deprisa y hay viento de cierta intensidad. Por el contrario, ese recorrido de los amortiguadores y muelles permite un eficaz recorrido fuera de la carretera, sobre todo por terrenos con dificultades de una elevada intensidad. Los ángulos de ataque y de salida de más de 30º, más la altura con respecto a suelo de 210 mm., hacen que el Duster 4x4 no tenga rival entre los SUV a la hora de atravesar terrenos difíciles, cuando hemos seleccionado la opción de tracción total. Además, como ya hemos comentado, se dispone también del sistema electrónico de ayuda al descenso en pendiente; este funciona en las posiciones del cambio en punto muerto, primera y segunda, pudiéndose variar la velocidad de descenso presionando ligeramente el acelerador o el freno.

Hay SUV, con más equipamiento, confort y hasta con elevado nivel de lujo, pero su precio es mucho más elevado. El Duster esta bien equipado, no resulta ni mucho menos incómodo y eso sí, no es nada lujoso, pero sobre todo después de esta última y acertada “remodelación”, tiene dos importantes ventajas sobre sus rivales similares, un precio más contenido y una mayor eficacia fuera de la carretera.


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