Para minarlos necesitamos dedicar uno o varios ordenadores a esa tarea, lo cual puede no ser rentable si tenemos en cuenta el coste de la energía eléctrica consumida. Para comprarlos, e incluso especular con ellos e intentar ganar más de dinero, podemos visitar, por ejemplo, revolución de bitcoin España y ver cómo funciona nuestra inversión. La tercera opción, es decir vender en una tienda electrónica aceptando bitcoins, es algo que ya tienen implementado grandes sitios de comercio electrónico como Carrefour, por ejemplo.
La tecnología blockchain, base del funcionamiento de todas las criptomonedas, ha supuesto una verdadera revolución en las comunicaciones y en las transacciones de instituciones, empresas y particulares. Un sistema descentralizado de control impide la falsificación o la adulteración de las operaciones. Son muchos elementos de la cadena los que intervienen en la validación de los datos, lo que hace imposible el fraude.
El bitcoin, la primera criptomoneda que apareció, sigue siendo la más conocida y famosa. Como otros muchos activos, como acciones o divisas, los bitcoins también cotizan en mercados especializados en los que es posible realizar trading con ellos.
El trading, sea cual sea el activo sobre el que se realice, ha dado y sigue dando a algunos beneficios importantes, otros consiguen vivir de él y muchos pierden dinero. Por eso, si queremos dedicarnos al trading como actividad profesional, tendremos que formarnos antes y practicar como lo haríamos para ejercer cualquier otra labor. Lanzarse a la especulación en acciones, materias primas, criptomonedas o en lo que sea sin saber cómo hacerlo es garantía de perder dinero.
Como la tecnología y la transformación digital avanzan casi más rápido que nuestra capacidad para comprenderlas, recientemente han aparecido sistemas de inversión y trading automáticos que, incluso, obtienen mejores resultados que los traders profesionales, ya que estos últimos tienen que dormir, comer y descansar, mientras que un sistema automatizado solo necesita una conexión a Internet y que no se vaya la luz para funcionar continuamente, sin cansarse.
Para los no muy duchos en invertir por sus propios medios, probar un sistema automático puede ser una buena opción. Pero recuerden no invertir nada más que aquel dinero de verdaderamente les sobre y puedan permitirse perder.