Elegir los regalos de empresa adecuados, ya sean para empleados o para clientes, es un tema recurrente todos los años por estas fechas. Intentemos regalar algo distinto. id: 50360
Innovar en los detalles navideños, como las comidas, cenas o regalos parece difícil. “Si siempre lo hemos hecho así, para qué cambiar, se preguntan muchos”. La respuesta es bastante sencilla: simplemente para no aburrir, para dejar de ser tan predecibles cuando queremos hacer un regalo.
Un regalo, por modesto que sea, tiene su precio y en función de la cantidad de los que tengamos que hacer el gasto total puede ser importante. Pero un regalo navideño no es un gasto, es una inversión en prestigio, marca y comunicación.
Si nos planteamos nuestros regalos navideños como algo que hay que hacer porque lo hacen los demás, entonces es mejor suprimirlos. Un regalo tiene que demostrar al que lo recibe que, por lo menos, nos hemos preocupado por obsequiarle con algo novedoso aunque su precio no sea muy elevado.
Lo curioso es que muchas veces las novedades las tenemos enfrente de nosotros y no las vemos. Por ejemplo, el aceite de oliva no es ninguna novedad. Pero regalar aceite de oliva virgen extra sí.
Regalar el mejor aceite de oliva
Lo primero es saber de qué estamos hablando. La Unión Europea y el Consejo Oleícola Internacional han establecido una clasificación con los distintos tipos de aceite de oliva en función de su calidad, así el aceite de oliva se divide en cuatro grandes niveles:
Para saber qué tipo de aceite tenemos entre manos solo es necesario mirar la etiqueta que lleva el embase que lo contiene. Lógicamente, si aquí estamos hablando de regalos que dejen un buen recuerdo, nos decidiremos por el aceite de oliva virgen extra, también conocido por sus siglas AOVE.
Pero también entre los distintos aceites de oliva virgen extra hay clases. Así que buscaremos uno de categoría superior o premium, que, además de cumplir toda la normativa vigente sobre su fabricación, nos garantice que la recolección las aceitunas usadas en su elaboración ha sido hecha a mano, para no estropearlas; y de que ha pasado por una selección final a través de catas, para ofrecer una experiencia completamente satisfactoria.
Por cierto, que el AOVE también tiene unas muy interesantes aplicaciones cosméticas, pero eso ya será, seguramente, objeto de otro reportaje.