Con el objetivo de cumplir estos ambiciosos proyectos, Audi está haciendo uso de las sinergias dentro del grupo para poner en marcha la producción de coches eléctricos en base a cuatro plataformas modulares: el SUV Audi e-tron, primer modelo completamente eléctrico de la marca de los cuatro aros, está basado en una versión adaptada de la plataforma modular longitudinal (MLB evo). El segundo modelo, el deportivo Audi e-tron GT concept, que llegará al mercado en 2020, se fabricará en estrecha colaboración con Porsche sobre la plataforma J1 para vehículos de altas prestaciones. En 2021, Audi presentará el modelo de producción derivado del Q4 e-tron concept, construido sobre la plataforma modular electrificada (MEB), un vehículo que se convertirá en el modelo de acceso al mundo eléctrico de la marca de los cuatro aros.
Audi presentará varios vehículos compactos y de tamaño medio basados en la plataforma MEB, que Volkswagen ha diseñado para todo el Grupo. Para los eléctricos de gran tamaño y modelos de lujo, Audi utiliza la plataforma PPE (Plataforma Eléctrica Premium), cuya disposición técnica específica para estos segmentos permite la aplicación de un gran número de elementos de alta tecnología. Además, Audi continúa expandiendo su gama de modelos híbridos enchufables (PHEV), en los que un motor gasolina (TFSI) funciona junto a un motor eléctrico y una batería de iones de litio. Los modelos PHEV cuentan con sofisticados sistemas de gestión de la energía durante la conducción en ciudades y zonas residenciales. Durante el último trimestre de 2019, Audi lanzará cuatro nuevas versiones híbridas enchufables para los A7 Sportback, A8, Q5 y Q7. Otros nuevos modelos ampliarán la gama de PHEV en 2020.
Con el objetivo de promover la movilidad sostenible y otros campos de innovación, Audi invertirá alrededor de 14.000 millones de euros en movilidad eléctrica hasta finales de 2023. Además del desarrollo y producción de los nuevos modelos eléctricos, las inversiones se destinarán también a la cualificación del personal y a las ventas. La compañía se ha marcado el objetivo de conseguir de forma gradual el balance neutro en emisiones de CO2 para el ciclo de vida completo de sus vehículos: desde la producción de las materias primas, la fabricación y su utilización, hasta su conversión a energía renovable. El objetivo es que en el año 2025 la huella de carbono de su flota sea un 30% más baja que el valor de referencia de 2015. Audi pretende alcanzar un balance neutro de emisiones de CO2 en sus factorías en todo el mundo para el año 2050.