Para que el acuerdo sea aprobado por el Parlamento, el primer ministro necesitará el apoyo de los "hard-core Brexiteers" (European Research Group), los 21 rebeldes conservadores expulsados del partido y unos 17 diputados laboristas, sobre la base de que el DUP vota en contra. Sin embargo, suponiendo que se celebre la votación, pasaremos a un período de transición hasta al menos finales de 2020, durante el cual el Reino Unido y la UE empezarán a negociar un acuerdo comercial.
Seguirá existiendo cierta incertidumbre sobre la futura relación de Reino Unido con la UE, aunque el peligro de que no se llegue a un acuerdo parece haberse evitado. A medida que este riesgo disminuye, se espera que la libra esterlina siga recuperándose y que los rendimientos de la deuda soberana británica aumenten, ya que los inversores prevén una mejora económica y una política monetaria más firme. Por supuesto, si el acuerdo fracasa en el Parlamento el sábado, volveremos al punto de partida. En cualquier caso, es probable que el primer ministro Johnson convoque elecciones generales.