En palabras de Diogo Laranjo, Director General de Hoteles Heritage Lisboa, “la renovación de su red de carreteras y la cercanía de Lisboa a bellas ciudades, confiere a nuestros hoteles la oportunidad de disfrutar de maravillosos lugares que dejarán un recuerdo imborrable a los visitantes”.
Localidades como Obidos, en el que destaca por su histórica muralla, que le dota de una identidad propia, al igual que su laguna, que prácticamente es la que le separa de la costa. Calles estrechas, arcos, escaleras, paredes blancas, pasadizos, y un castillo medieval conforman la geografía fundamental de este municipio. Pero sin duda, el mejor monumento de Obidos es la preciosa Porta da Vila formada por un conjunto de azulejos tradicionales que representan la Pasión de Cristo.
Sesimbra es uno de los destinos turísticos preferidos por los portugueses, por los imponentes acantilados y por los cabos expuestos a las violentas olas. La visita al cabo Espichel es más que obligada, desde donde se puede disfrutar de unas vistas memorables del Parque Nacional de Arrábida.
En Mafra se encuentra el monumento más importante del barroco portugués, el palacio nacional es la versión portuguesa de El Escorial. Sin duda es el palacio real más grande del país, símbolo de la realeza. En esta ciudad también se encuentra la llamada Tapada Nacional, un antiguo parque de recreo real para la caza formado por una zona de arbolada cruzada por cursos de agua en torrente. Y todo a tan solo 40 kilómetros de Lisboa.
Diogo Laranjo concluye, “estas ciudades son un claro ejemplo del atractivo turistico que esconde Portugal y que Lisboa, por su situación geográfica, puede ser el lugar idóneo para conocerlas”.