El camino de descarbonización del sector para contribuir a la neutralidad climática europea parte de la sólida base de los logros actuales de la industria papelera, que ha garantizado la sostenibilidad de sus materias primas y mejorado el rendimiento de sus procesos con productos bajos en carbono.
Materias primas sostenibles: la materia prima es la fibra de celulosa procedente de la madera, que es intrínsecamente renovable al proceder de fuentes forestales adecuadamente gestionadas. Por ello, el sector ha contribuido a crear una serie de programas para la certificación de la sostenibilidad de los bosques en toda Europa, como PEFC y FSC, y a promover las prácticas de gestión forestal sostenible.
Procesos descarbonizados: el sector papelero europeo ha conseguido una descarbonización de sus procesos de producción del 27% desde 2005 hasta la fecha y está invirtiendo a un ritmo superior a los cinco mil millones de euros anuales para descarbonizarse, con el compromiso de hacer que los procesos de producción sean más eficientes y disminuir su huella de carbono global gracias a las nuevas tecnologías y las soluciones innovadoras.
Productos bajos en carbono: como campeón mundial del reciclaje, el sector colabora con las autoridades locales para mejorar la recogida selectiva de papel y cartón para impulsar el uso de fibras recicladas en nuevos productos. Actualmente, la industria papelera europea trabaja en soluciones innovadoras y sostenibles para una gama de nuevos sectores como el textil, a través de nuevos bioproductos.
Para hacer realidad esta ambición, el sector solicita el apoyo de los responsables políticos europeos para establecer un marco legislativo apropiado:
• Mejor acceso al mercado de bioproductos reciclables, a través de una política de producto coherente y un marco claro para la nueva bioeconomía.
• Mayor apoyo a la gestión sostenible de los bosques y los sistemas de reciclaje: estas biomaterias primas deberían estar más fácilmente disponibles y accesibles.
• Un marco regulatorio coherente, estable y predecible, con hitos claros para una transición energética a costes competitivos y para promover y recompensar las inversiones en descarbonización y garantizar el acceso a la energía limpia. El objetivo final del sector papelero europeo es empoderar a los consumidores, quienes obtendrán una mayor variedad de productos bajos en carbono, fácilmente disponibles y asequibles.