"La verdad es que no se trata de que todas las mujeres compren igual ya que no todas tienen los mismos gustos", explica. "Comprar representa lo que una es y cada una de nosotras somos únicas y diferentes".
Distintos perfiles
"Hay quienes compran visualmente, se deslumbran con una imagen impactante, sus colores, brillo, se dejan llevar por su imaginación, poniendo el foco y observándose con lo que han comprado –explica- mientras que, por otra parte están quienes se sienten atrapadas por los aromas, texturas, sabores y sensaciones que se produce es sí misma, y también están las que se dejan llevar, al resonar con un mensaje, una rítmica voz o una vibrante melodía".
Sin embargo – puntualiza -"existen rasgos generales en el comportamiento que diferencian a los hombres de las mujeres".
Según un estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Pensilvania, se reveló que las mujeres tenían más desarrolladas las áreas ligadas a la memoria, la atención y a la identificación de emociones.
Ciertamente, juegan un papel muy importante las emociones dentro del proceso de compra de una mujer. Ya sea de forma visual, auditiva o kinestésica, la manera de representarse el proceso de adquisición, todas las llevan a la conexión emocional.
Una mujer generalmente se ve, se escucha y se siente con eso que ha comprado, por tanto, esto genera una gran conexión emocional que le invita a comprar.
Por esta razón, es indispensable en el desarrollo de todo proceso de marketing dirigido a mujeres, tomar en cuenta que:
"Al tomar en cuenta estos aspectos aseguras que tu campaña este diseñada bajo los requerimientos generales de una mujer y así poder transmitir y hacer llegar tu mensaje", concluye la experta Marielys Ávila.
Nota de prensa Marielys Ávila cuenta las diferencias a la hora de comprar de hombres y mujeres en comunicae.es