En términos de volumen, la emisión bruta, que alcanzó 237.424,7 millones de euros, se estabilizó prácticamente a los niveles de 2014. Los instrumentos que registraron una mayor actividad emisora en 2015 fueron las letras a un año (52.235,6 millones de euros) y las obligaciones a diez años (48.443,4 millones de euros). Uno de los rasgos más destacable de la actividad en el mercado primario durante 2015 es el significativo aumento de las emisiones convencionales de más largo plazo. Por lo que respecta a los bonos referenciados a la inflación, la actividad descendió alrededor de un 30%, a pesar de la introducción de una nueva referencia a quince años.
A lo largo del año se aplicó en varias ocasiones la previsión normativa introducida en 2014 por la que las peticiones no competitivas se declaran automáticamente como no presentadas en caso de que el tipo medio resultante de la subasta sea negativo.
Por otra parte, el 2 de octubre de 2015 Standard & Poor’s subió el rating de la deuda soberana española hasta BBB+ desde la calificación BBB que le había otorgado en mayo de 2014. Las otras dos principales agencias de calificación crediticia mantuvieron su calificación: Moody’s en Baa2 y Fitch en BBB+.
La negociación se reduce considerablemente, especialmente entre titulares
La negociación en el mercado secundario de deuda del Estado, que alcanzó 12,5 billones, se redujo en 2015 un 27,6% en relación con la registrada en 2014, como resultado de considerables caídas tanto en el ámbito de titulares (37,8%) como en el de terceros (18,4%). En 2015, la negociación entre titulares representó aproximadamente el 40% de la contratación total, mientras que el 60% restante correspondió a la actividad con terceros.
En 2015 la mayor parte de la actividad se realizó con bonos y obligaciones no segregados, que representó el 83% de los volúmenes contratados; la negociación con letras del Tesoro representó el 15,3% del total, y el 1,7% restante correspondió a los importes cruzados con instrumentos segregados. Por tipo de operación, predominaron las operaciones al contado, con un 48,9% del volumen total de contratación; las operaciones simultáneas representaron un 33,7% y la cuota de contratación en repo se situó en el 15,1%.
Los inversores no residentes continúan aumentando sus carteras
En relación con las carteras registradas de bonos y obligaciones, la variación más cuantiosa se registró en las tenencias de inversores no residentes, que aumentaron en 51,7 mm, alcanzando el 50,9% del saldo vivo, frente al 47,1% de 2014. En este tipo de instrumentos, le siguió en importancia el considerable aumento, por importe de 32 mm, observado en las carteras del sistema crediticio, incluyendo al Banco de España. En sentido contrario, se movieron las tenencias del grupo de otras instituciones financieras y de las Administraciones Públicas, con caídas respectivas de 13,7 mm y 15,8 mm.
En las carteras registradas de letras del Tesoro, la variación más significativa fue también el aumento de 6,7 mm protagonizado por los inversores no residentes, grupo que poseía al final de 2015 el 74,6% del saldo vivo. Aparte de esta variación, solamente cabe reseñar la contracción de 2,5 mm en las tenencias del grupo de otras instituciones financieras.
Los saldos mantenidos en las Cuentas Directas del Banco de España descendieron un 25,5% en 2015 y se situaron al final de año en 1.682 millones de euros; de ellos, el 41% correspondía a letras del Tesoro y el 59% a bonos y obligaciones.
El saldo vivo de deuda de otros emisores en el Mercado de Deuda Pública en Anotaciones se redujo durante 2015 en 5.565 millones de euros, como consecuencia principalmente de una amortización neta de 4.810 millones de euros por parte de otras instituciones públicas distintas de las Comunidades Autónomas, explicada por la amortización en más de 5 mm del Fondo de Financiación del Pago a Proveedores. Asimismo, las Comunidades Autónomas también registraron una emisión neta negativa, que se cifró en -755 millones de euros. El mercado secundario, tras los retrocesos de ejercicios anteriores, experimentó un descenso adicional del 32,3%, con lo que el volumen total negociado se redujo hasta 24,2 mm.