Los cambios legislativos y normativos (3.º, con un 27%) y el Cambio climático (7.º, con un 17%) son los riesgos que más suben en todo el mundo, como reflejo de la creciente preocupación que empresas y naciones muestran por la guerra comercial entre los Estados Unidos y China, el brexit y el calentamiento global. El informe anual sobre riesgos globales para las empresas elaborado por Allianz Global Corporate & Specialty (AGCS) incorpora la opinión de 2.718 expertos de más de cien países, cifra récord entre la que figuran ejecutivos, gestores de riesgos, intermediarios y expertos en seguros.
Los diez primeros riesgos en España
«El crecimiento en el número de grandes ciberataques en todo el mundo, así como los incidentes de ransomware que han afectado a empresas españolas, han contribuido a acrecentar la concienciación frente a los incidentes cibernéticos que, por primera vez, se sitúan en España como el principal riesgo. En 2019 el país se vio afectado tanto por olas de calor extremo como por grandes inundaciones, lo que generó preocupación entre las empresas españolas y aseguró que los desastres naturales se mantengan entre los tres primeros riesgos», afirma Juan Manuel Negro, CEO de AGCS España.
Los riesgos globales más importantes para las empresas en 2020
«El Barómetro de Riesgos de Allianz 2020 pone de manifiesto que el riesgo cibernético y el cambio climático son dos importantes desafíos que las empresas deberán vigilar con atención en esta nueva década», sostiene Joachim Müller, CEO de AGCS. «Por supuesto, existen otros muchos escenarios de daños e interrupción de actividad a los que prestar atención, no obstante, si los consejos de administración y los gestores de riesgos no contemplan los riesgos cibernéticos y de cambio climático, es más que probable que los resultados operativos y financieros, así como la reputación de las empresas frente a los principales actores interesados, se vean gravemente afectados. La preparación y planificación frente a los riesgos cibernéticos y de cambio climático son una cuestión tanto de ventaja competitiva como de resiliencia empresarial en la era de la digitalización y el calentamiento global».
Los riesgos cibernéticos siguen cambiando
Además de situarse como el principal riesgo en el ámbito mundial, los incidentes cibernéticos figuran entre los tres principales riesgos en muchos de los países estudiados; en Austria, Bélgica, Francia, la India, Sudáfrica, Corea del Sur, España, Suecia, Suiza, el Reino Unido y los Estados Unidos también aparecen entre los diez principales riesgos para las empresas. Las empresas hacen frente a mayores y más costosas violaciones de la seguridad de los datos, un crecimiento de los incidentes de ransomware y suplantación de correo corporativo (spoofing), así como a la perspectiva de sanciones asociadas con la protección de datos o litigios derivados de estos incidentes. El coste medio de una gran violación de seguridad de los datos (las que afectan a más de un millón de registros) asciende ahora a 42 MM$[1], un 8% más en términos interanuales. «Los incidentes generan más pérdidas y afectan cada vez más a grandes empresas con ataques más sofisticados y mayores demandas de rescate. Hace cinco años, el rescate habitual exigido en incidentes de ransomware rondaba las decenas de miles de dólares. Ahora puede ser de varios millones», sostiene Marek Stanislawski, subdirector global de Riesgo Cibernético en AGCS.
Pérdida de beneficios, una amenaza permanente con nuevas causas
Tras siete años como el primer riesgo, la pérdida de beneficios cae a la segunda posición en el Barómetro de Riesgos Allianz. Sin embargo, se mantiene la tendencia hacia incidentes de pérdida de beneficios más amplios y más complejos. Las causas ganan en diversidad, al abarcar desde incendios, explosiones y desastres naturales hasta cadenas digitales de suministro o, incluso, violencia política. «Hoy en día, las cadenas de suministro y plataformas digitales permiten una plena transparencia y trazabilidad de los bienes, sin embargo, el incendio de un centro de datos, un fallo técnico o un ataque informático pueden generar grandes pérdidas de beneficios para la multitud de empresas que dependen de un mismo sistema compartido y que no pueden volver a los procesos manuales», afirma Raymond Hogendoorn, director global de Siniestros Patrimoniales y de Ingeniería en AGCS.
Las empresas están, igualmente, expuestas cada vez más al impacto, ya sea directo o indirecto, de las revueltas, los disturbios civiles o los ataques terroristas. Este último año hemos asistido a la intensificación de los disturbios civiles en Hong Kong, Chile, Bolivia, Colombia y Francia, que han dado lugar a daños patrimoniales, pérdidas de beneficios y pérdidas de ingresos para empresas, tanto locales como multinacionales, consecuencia del cierre prolongado de establecimientos, la ausencia de clientes y turistas, o bien por la imposibilidad de los empleados de acudir a sus puestos de trabajo por problemas de seguridad.
Los cambios legislativos y normativos se sitúan en tercera posición en el Barómetro de Riesgos Allianz, tras escalar una posición desde 2019. Los aranceles, las sanciones, el brexit y el proteccionismo son señalados como las principales preocupaciones. Tan solo en 2019 se aplicaron 1.300 nuevas barreras comerciales. El conflicto comercial entre los Estados Unidos y China ha situado los aranceles estadounidenses en niveles cercanos a los existentes en la década de 1970. «La política comercial está pasando a ser una herramienta más para diferentes fines políticos, como la diplomacia económica, la influencia geopolítica o la política medioambiental», explica Ludovic Subran, economista jefe en Allianz.
El cambio climático aporta complejidad al riesgo
El cambio climático sube hasta su posición histórica más alta, séptimo puesto, en el Barómetro de Riesgos Allianz y ya figura entre los tres principales riesgos en el conjunto de la región Asia-Pacífico, apoyado por expertos en gestión de riesgo de países y territorios como Australia, Hong Kong, la India e Indonesia. El aumento en las pérdidas físicas es el riesgo que más temen las empresas (49 % de las respuestas), ya que la subida del nivel del mar, sequías más extremas, tormentas más devastadoras y grandes inundaciones representan amenazas para plantas y otros activos, así como para las vías de transporte y energía que mantienen unidas las cadenas de suministro. Por otra parte, las empresas se muestran preocupadas por el impacto operativo (37%), como la reubicación de instalaciones, y por los posibles impactos de mercado y regulatorios (35 y 33%, respectivamente). Las empresas tendrán que prepararse para una mayor litigiosidad futura: hasta la fecha, ya se han presentado demandas asociadas al cambio climático contra «grandes generadoras de carbono» en al menos treinta países del mundo y, de estas, la mayoría se ha hecho en los Estados Unidos.