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Ventajas de externalizar la dirección financiera

Martín Marco | Martes 04 de febrero de 2020
Aunque pudiera parecer lo contrario, externalizar la dirección financiera no supondrá aumentar los gastos de la empresa. id:54897

Hay muchas empresas que por su tamaño no se pueden permitir un departamento financiero. Pueden ir trabajando con una gestoría o una asesoría los temas de impuestos y de contabilidad, pero ese trabajo se reduce, en la mayoría de los casos, a asuntos puramente formales, a llevar los papeles al día y a realizar las correspondientes presentaciones ante Hacienda. La empresa envía la documentación a la gestoría y la gestoría hace la contabilidad y rellena los impresos para Hacienda. Nada más.

Las empresas de cierto tamaño, que ya tienen un departamento administrativo con varias personas, ocupan a estas en la facturación, la gestión de cobros y pagos, las nóminas, en organizar las vacaciones del personal y otras tareas, sin duda, importantes. Y es posible que ese departamento también se encargue de algo parecido a lo que se entiende por planificación, organización, dirección y control de las actividades financieras.

En edventure.es saben que sus servicios de externalización de la dirección financiera no pueden suponer un coste para sus clientes y, por lo tanto, deben autofinanciarse dentro de los mismos, aportando valor para la toma de decisiones, detectando fugas de rentabilidad, reduciendo costes y realizando una gestión financiera que haga posible la maximización del beneficio.

edventure ofrece a sus clientes una dirección financiera que supone planificar, ejecutar y analizar con cifras la información económica y financiera de la empresa, teniendo en cuenta los recursos de los que dispone, con el objetivo de conocer su situación y mejorarla a corto, medio y largo plazo.

Una correcta dirección financiera y descentralizada, permitirá, no solo un ahorro de costes, sino que se convertirá en una herramienta para la toma de decisiones estratégicas que ayuden a la empresa a diferenciarse de su competencia. Con la tranquilidad que da un correcto análisis de los datos la empresa podrá centrarse otras tareas, como el desarrollo de nuevos productos o mejorar el marketing para, en definitiva, aumentar las ventas y, por lo tanto, los beneficios.

Y la tranquilidad viene dada porque un director financiero externo se ocupa de negociar con bancos, analizar costes, evitar sorpresas en la tesorería, realizar correctamente las amortizaciones y de la contabilidad, entre otros asuntos, para que el Director General de la empresa conozca cuáles de sus proyectos o líneas de negocio son más rentables que otros y tome las decisiones oportunas.

Con una buena planificación financiera se acabaron las improvisaciones. Por ejemplo, en cuanto a impuestos lo ideal es tener previstos los pagos de IVA o del Impuesto de Sociedades desde el primer día de cada trimestre.

Mediante la incorporación de un director financiero externo podremos, entre otras muchas cosas:

  • Determinar dónde se encuentra la empresa, dónde quiere posicionarse en el futuro y trazar la hoja de ruta para alcanzar los objetivos marcados.
  • Realizar análisis financieros, de inversión y de financiación interna y externa, así como de control de costes para la toma de decisiones.
  • Estudiar los posibles efectos de las distintas decisiones -de fabricación o de contratación, por ejemplo-, que se puedan tomar, con el objetivo de minimizar riesgos.
  • Establecer indicadores de productividad, que nos alerten de posibles fugas de rentabilidad en la empresa.

Por todo lo anterior, decía al principio que externalizar la dirección financiera no nos costará nada, teniendo en cuenta el aumento de beneficios que su labor supondrá para la empresa.

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