Una VPN, Virtual Private Network, red privada virtual en español, nos permite navegar anónimamente por la red, ocultar nuestra IP para evitar que sepan cuál es nuestra ubicación y hasta comprar más barato. Una VPN de calidad es particularmente necesaria si nos conectamos a redes no seguras como las de la calle o de los hoteles, y se ha de utilizar tanto en Smartphones como en tablets y portátiles, además de en el ordenador de sobremesa, claro.
Casi sin darnos cuenta cada vez hay más información personal que nosotros mismos subimos a la nube: fotos y documentos que, a lo mejor, están almacenados en nuestra cuenta de correo de Gmail. Toda esa información tiene valor para nosotros pero también puede tenerla para un hacker.
Utilizar una VPN es extremadamente sencillo y su instalación no requiere conocimientos técnicos, basta con descargar e instalar un software de cliente VPN. Conectándonos a la red VPN nuestra navegación por Internet será segura. Estaremos usando lo que se conoce como un túnel VPN, en el que nuestra información viaja cifrada y protegida de miradas curiosas.
Al usar una VPN los datos ya no pasan a través de nuestro proveedor de servicios de Internet lo que, además de ganar en seguridad, nos permite hacer otro tipo de cosas, como por ejemplo:
En el enlace que aparece más arriba tienen mucha más información sobre las ventajas de usar una VPN. A cada una de esas ventajas le corresponde un riesgo real que está corriendo aquella empresa o particular que no use regularmente su VPN.
Este artículo no pretende ser alarmista pero sí descriptivo. Como no hagamos algo por nuestra propia seguridad en Internet, antes o después, tendremos un disgusto.
Un último consejo: oculte su identidad y ubicación todo lo que pueda pero no con aplicaciones de VPN gratuitas, otra cosa es probar las de pago durante un tiempo. ¿Quién iba a darnos esa protección gratis? ¿O lo que quieren es que les sirvamos nuestros datos en bandeja? La calidad y la seguridad hay que pagarla pero no cuesta tanto.