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Beneficios sociales: objetivo de los emprendedores de todo el mundo

Lunes 06 de junio de 2016
En España el 0,9% de los adultos entre 18 y 64 años está implicado en actividades de emprendimiento social en fase inicial o startup, un índice todavía bajo en comparación con otros países. Un nuevo informe muestra que el emprendimiento social se está implantando en los países desarrollados y en desarrollo, y que los emprendedores se centran más en obtener un impacto positivo en la sociedad que en obtener únicamente beneficios.

El último Informe Especial sobre Emprendimiento Social del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) muestra que el emprendimiento social está en auge, y que los emprendedores sociales están creando nuevas empresas en las principales regiones del mundo, principalmente en Estados Unidos, Australia, Europa del Este y África.

El informe publicado, es el mayor estudio comparativo del emprendimiento social en el mundo, basado en entrevistas a 167.793 adultos de 58 países realizadas durante el año 2015 y ha estado elaborado por Niels Bosma (Universidad de Utrecht), Thomas Schøtt (Universidad de Dinamarca Meridional), Siri Terjesen (Universidad Americana y Escuela de Negocios de Noruega), y Penny Kew (GEM Sudáfrica).

“El emprendimiento social ( que GEM describe en términos generales como cualquier tipo de actividad, organización o iniciativa que tenga un objetivo social, medioambiental o comunitario) es hoy en día una parte considerable de la actividad global emprendedora en el mundo, pero sin embargo varía muchos según los países”, explica Mike Herrington, Director ejecutivo de GEM y miembro de la Universidad de Cape Town.

“Los problemas sociales y medioambientales están omnipresentes en todos los países. Por ello los políticos, lideres empresariales y miembros de la sociedad piden que se centren los esfuerzos en objetivos sociales y medioambientales, y ¡los emprendedores están respondiendo a estas necesidades!”.

Según este nuevo informe, el porcentaje promedio mundial de adultos con edades comprendidas entre los 18 y los 64, que están en la fase inicial de crear una empresa social es de 3,2% ( desde el 0,3% en Corea del Sur al 10,1% en Perú).

En comparación, el porcentaje promedio de creación de startups comerciales en estas mismas regiones es del 7,6% (13,7% en Vietnam y 22,2% en Perú).

Las zonas con mayor actividad de emprendimiento social (tanto en la fase inicial de creación como en la fase operacional) son los Estados Unidos y Australia (11%), seguidos de África subsahariana (9%). El Sudeste Asiático es la zona con menor actividad de emprendimiento social, con tan sólo un 3,8%.

Del conjunto global de emprendedores sociales, se estima que un 55% son hombres y un 45% mujeres, una diferencia entre géneros menos pronunciada que en el ámbito del emprendimiento comercial.

“Una visión holística del emprendimiento podría matizar la aparente brecha entre géneros que se observa en la actividad de emprendimiento global, puesto que muchas mujeres muestran una conducta emprendedora aunque no sea como empresaria o autónoma. Estas mujeres tienden a desarrollar esta misión en un entorno social, por ejemplo convirtiéndose en empresarias sociales, o bien realizando una contribución empresarial en el sector publico”, explica Niels Bosma, autor principal del informe y Profesor Adjunto de la Escuela de Economía de Utrecht en los Países Bajos.

Bosma añade que el informe indica que los jóvenes entre 18 y 34 años son más propensos a crear empresas sociales. “ El emprendimiento social esta a menudo asociado con jóvenes innovadores que son idealistas por naturaleza,” dice Bosma. “Hay mas emprendedores sociales en esta franja de edad que emprendedores comerciales en cualquier región del mundo, a excepción de América Latina y el Caribe. Estos resultados indican que, en general, las nuevas generaciones estarían más interesadas en realizar cambios positivos en el mundo a través del emprendimiento social”.

La mayoría de emprendedores sociales utiliza capital propio para crear y desarrollar sus empresas. África del Norte, Asia Oriental y Meridional y Oriente Medio, son las regiones en las que los niveles de inversión personal es más elevada (aproximadamente del 60%) mientras que la proporción de inversión personal más baja es la de África subsahariana (aproximadamente del 30%).

Más de un tercio de las iniciativas empresariales sociales dependen de financiación gubernamental, aunque familiares y bancos son también un importante recurso de financiación para los emprendedores sociales.

Según Siri Terjesen, coautora del informe y profesora en la Universidad Americana y en la Escuela de Negocios de Noruega, el informe nos aporta muchas respuestas sobre la actividad de emprendimiento social a la vez que destaca algunos puntos interesantes que invitan a que nuevos estudios aporten una explicación sobre porque los países en vías de desarrollo logran con mas facilidad convertir empresas incipientes en empresas operativas.

“Esperamos que los investigadores sigan realizando más estudios comparativos sobre el emprendimiento social”, dijo Terjesen.

“Responder a este tipo de preguntas también seria ventajoso para los legisladores que siguen teniendo dificultades para comprender qué implica el emprendimiento social y que no tienen claro si deberían estimular el emprendimiento social y cómo deberían hacerlo.

“Los gobiernos no están preparados para solucionar todos los problemas del mundo (ni deberían) y buscan soluciones innovadoras en el sector privado. El emprendimiento social puede jugar un papel vital, explica Terjesen. “El mundo sería un lugar mejor si se pudiera encontrar la manera más apropiada de apoyar a los emprendedores sociales”.


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