Empresas

Las empresarias tienen un 10% menos de probabilidades de obtener un préstamo en el año de fundación de la entidad

Ruth Mateos de Cabo, profesora de la Universidad CEU San Pablo.
Jueves 05 de marzo de 2020
La probabilidad de impago en las empresas dirigidas por mujeres que recibieron un préstamo en el primer año de la fundación es un 14% menor que las dirigidas por hombres. id:56028

La investigación titulada ‘La Brecha de género en la financiación bancaria’ publicada en la Revista de Análisis Financiero ha sido premiada por la Fundación de Estudios Financieros (FEF) con el primer Premio de Investigación y Estudio Antonio Dionís Soler en su edición de 2019. Este estudio forma parte de los resultados del Proyecto de I+D+i titulado ‘Mujeres y Liderazgo: La Brecha en la Cima’ (FEM 2017-83006-R), financiado por la Agencia Estatal de Investigación y los Fondos FEDER de la Unión Europea.

Sus autores son el Catedrático de Economía Financiera en la Universidad Autónoma de Madrid, Pablo de Andrés; el jefe de la división de Análisis e Inteligencia de Mercados del Banco de España, Ricardo Gimeno; y la profesora de la Universidad CEU San Pablo Ruth Mateos de Cabo, que dirige la línea de investigación de Liderazgo Femenino de la Cátedra USPCEU-Mutua Madrileña.

Después de analizar más de 80.000 empresas españolas fundadas por una única persona entre 2004 y 2014 y utilizando los datos de la Central de Información de Riesgos del Banco de España (CIRBE), que contiene todos los préstamos bancarios solicitados y otorgados en España, los autores hallan diferencias de género en la demanda de crédito, la concesión de créditos y el rendimiento crediticio, especialmente en el primer año de creación de la empresa.

“En cuanto a la demanda de crédito bancario, encontramos que las empresas dirigidas por mujeres tienen menos probabilidad de solicitar un préstamo con respecto a las de sus homónimos masculinos”, explica Mateos de Cabo. Asimismo, la profesora señala que “en el ámbito de la concesión de créditos, las mujeres empresarias que piden un préstamo en el año de la fundación tienen un 10% menos de probabilidad de obtenerlo que los hombres en ese mismo año”.

Sin embargo, este menor acceso al crédito desaparece en los años siguientes, una vez que la compañía tiene un historial financiero -balance y cuenta de pérdidas y ganancias- y la importancia del género del prestatario como indicador de su calidad crediticia deja de ser un factor relevante en la concesión de préstamos, tal y como remarca la profesora de la CEU USP.

Además, en lo que se refiere a la morosidad, Mateos de Cabo indica que“la probabilidad de impago en las empresas dirigidas por mujeres que recibieron un préstamo en el primer año de la fundación es un 14% menor que las dirigidas por hombres en ese mismo año”. Una probabilidad que“desaparece en los años siguientes, coincidiendo con la desaparición del menor acceso al crédito”.

En este sentido, los autores descartan “tanto la discriminación basada en gustos o preferencias como la discriminación estadística en la industria crediticia” y señalan que la evidencia encontrada apunta a la existencia de dobles estándares implícitos que se derivan de reglas de evaluación no intencionales que podrían resultar en una discriminación implícita o inconsciente.

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