Lunes 23 de marzo de 2020
La expansión y propagación del coronavirus a nivel global, ha originado la adopción progresiva de medidas de contención por parte de los Gobiernos, principalmente en Europa y EEUU. id:56663
El cierre de colegios, universidades, comercios, fronteras y el confinamiento de la población, han provocado una fuerte
contracción de la actividad socioeconómica, generando un
doble shock de oferta y demanda sin precedentes en la historia económica, tras la II Guerra Mundial.
Ante este escenario, los Gobiernos de las principales economías avanzadas y emergentes han actuado anunciando diferentes planes de estímulo fiscal con el objetivo de apuntalar sus sistemas sanitarios, el tejido empresarial y el mercado laboral. Es decir, mitigar sus impactos económicos, evitar la quiebra de empresas y la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos. Todo ello en un contexto en el que ya se ha producido el cierre temporal de centros de producción y de servicios, y un número creciente de ERTEs y EREs en sectores intensivos en capital humano como turismo, transporte de pasajeros, comercio minorista, automóvil, entre otros. La Organización Internacional del Trabajo ha cuantificado que la crisis del Covid-19 podría destruir en torno a 25 millones de puestos de trabajo a nivel global, cifra superior a la de la Gran Recesión, en la que el paro aumentó en 22 millones de personas entre 2008 y 2009.
Hasta el momento, el volumen total de estímulos fiscales anunciado por diferentes Gobiernos a nivel global asciende a 3,5 billones de $, aproximadamente un 4% del PIB mundial. Entre los 10 principales programas de estímulo fiscal, destacan las medidas anunciadas por:
- Arabia Saudí, con medidas fiscales de apoyo a su tejido empresarial por un total de 11.000 millones de $, equivalente a un 17,1% de su PIB.
- España, con un plan de medidas para frenar el impacto económico tanto en el tejido empresarial como en los ciudadanos por un valor total de 200.000 millones de €, en torno a un 16,1% de su PIB.
- Alemania, con la creación de una línea de crédito a través del banco federal KfW de 550.000 millones de euros (15,6% de su PIB), para evitar la quiebra de las empresas.
- Reino Unido, con un programa fiscal de 385.000 millones de € (15,5% de su PIB), principalmente a través de una línea de crédito a las empresas, representando su mayor estímulo fiscal desde la II Guerra Mundial.
- Francia, con un paquete fiscal de 300.000 millones de € (12% de su PIB) para financiar préstamos bancarios a las empresas y ayudas a los ciudadanos, del que hasta el momento ya se han desbloqueado 45.000 millones de €.
- EEUU, con un programa fiscal de 1,2 billones de $ (5,6% de su PIB) destinado a ayudas directas a los ciudadanos y a asegurar la liquidez de las empresas.
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