Economía

Las perspectivas crediticias de las utilities europeas son estables

Sebastian Zank, Scope Ratings.

OPINIÓN: Por Sebastián Zank, analista de Scope

Lunes 23 de marzo de 2020
El parón de la industria plantea una amenaza a largo plazo. id:56668

Las empresas de utilities europeas se enfrentan a consecuencias económicas y financieras menos acusadas a corto plazo por la pandemia del Covid-19, más allá de las limitaciones que suponen para los empleados el aislamiento y la enfermedad, según Scope Ratings.

Sin embargo, mucho depende de la duración y profundidad de la crisis, que aún podría modificar las perspectivas sobre el crédito que, de momento, permanecen estables. En última instancia, una recesión profunda y duradera tendría repercusiones en la demanda y en los precios de la electricidad. También afectaría a la facilidad con la que la industria de uso intensivo de capital puede garantizar la financiación en estos momentos de crisis, ya que la pandemia podría desencadenar en una depresión financiera pese a los esfuerzos de los dirigentes políticos. En este sentido, hemos visto como el BCE ha anunciado un nuevo programa de compra de bonos de 750.000 millones de euros.

"Para los ejecutivos de las utilities que se enfrentan a una recesión, la principal incertidumbre económica gira en torno al impacto que tendrá una menor demanda de energía (electricidad y gas) en el sector industrial y de consumo, ya que se considera que son los principales impulsores de la demanda", dice Sebastián Zank, analista de Scope.

"La liquidez es el activo más importante que tiene una empresa en momentos de crisis; y en este sentido, son importantes las reservas de efectivo que poseen las 32 empresas de utilities europeas a las que hacemos seguimiento. Además, las posibilidades de acceder a líneas de crédito a varios años también deberían beneficiarles”, afirma dice Zank.

El pago de dividendos, si se considera necesario, también se podría paralizar durante este año.

La mayoría de las utilities -no lo olvidemos- tienen importantes cantidades de deuda híbrida subordinada, y el pago de los intereses de esta deuda se podría aplazar. No obstante, es poco probable que tengan problemas de liquidez de cara a la próxima refinanciación, ya que las reservas de la mayoría de compañías públicas son estables.

"La mayoría de las utilities también tienen una importante base de activos libres de riesgo; muchos de ellos están respaldados por el gobierno, lo que reduce el riesgo de déficit de liquidez, mientras que la reducción o suspensión de los dividendos en 2020 también liberaría efectivo", dice.

"La caída de los precios de los activos podría dar paso a oportunidades de fusiones y adquisiciones defensivas". "Aun así, no queremos restar importancia a los desafíos que amenazan al sector, a medida que Europa cae en recesión en medio de una importante fragmentación económica y social", dice Zank.

El sector industrial, de consumo y de utilities abarcan un 60% de la demanda de electricidad. En este sentido, el sector industrial, excluyendo a las eléctricas, consume en torno al 30% del gas natural de la Unión Europea. Por otro lado, hasta el momento la pandemia ha tenido un impacto drástico en el sector automovilístico de Europa. Por ejemplo, Volkswagen AG, uno de los mayores fabricantes europeos por ventas, ha suspendido su producción en las fábricas de este continente por la falta de componentes y en mitad de la caída en picado de la demanda de nuevos vehículos.

En este entorno, Zank afirma que es probable que los efectos a corto y medio plazo varíen considerablemente a lo largo de la cadena de valor de las empresas de servicios energéticos: desde los generadores con activos de generación regulados y/o no regulados hasta los operadores y proveedores de sistemas de transmisión y distribución de energía.

"Los operadores y generadores de redes reguladas con un elevado porcentaje de actividades vinculadas a las energías renovables son los menos afectados por la posible disminución de la demanda", dice. En este sentido, Scope ratificó la calificación de emisor A-/estable de la empresa italiana Terna SpA el 13 de marzo y actualizó la calificación y las previsiones financieras de Encavis AG (en BBB-/estable) el 6 de marzo.

Los operadores de cadenas de suministro se benefician de tarifas reguladas que, a menudo, se basan en la carga y no en el volumen entregado. Los organismos reguladores de muchas jurisdicciones permiten la recuperación de volúmenes más bajos en períodos posteriores en caso de que los volúmenes de transmisión y distribución se desvíen de los niveles habituales. Los generadores de energía eléctrica que se benefician de una alimentación garantizada de la electricidad y de una remuneración fija o una remuneración por la capacidad de reserva también se libran de los riesgos asociados a la volatilidad de los precios y los riesgos de volumen.

Las utilities y las utilities integradas con una gran proporción de capacidad de generación no regulada son más vulnerables a los efectos de la pandemia. Sobre todo, a medida que la demanda disminuye, hecho que ejerce más presión a la baja sobre los precios de los productos básicos. No obstante, si se realiza una cobertura establecida por el sector, se podría paliar el impacto a corto y medio plazo, dado que gran parte de la producción está asegurada de uno a tres años. Como ejemplo, tenemos el caso de la compañía francesa Engie SA, que cubrió el 80% de la producción total de 2020 y el 54% de la de 2021. La alemana Uniper SE (con calificación BBB+/estable) cubrió el 100% de la producción total en Alemania y el 75% en los países nórdicos para 2020 y el 45% y el 15% para 2021. La finlandesa FortumOyj cubrió el 75% para 2020 y el 40% para 2021.

"Los proveedores de energía - las utilities más cercanas a los clientes finales - son comparativamente vulnerables a la caída de la demanda, de los precios y a la disminución del flujo de caja, ya que a los clientes les resulta más difícil pagar las facturas a tiempo o simplemente, llegar a pagarlas", dice Zank.

Por último, los cambios en las deudas irrecuperables (amortizaciones de cuentas por cobrar) y en las necesidades de capital de explotación, además del escenario en el que las cuentas por cobrar se cobran más tarde de lo habitual, son tendencias que hay que seguir de cerca, puntualiza.

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