Motor

Skoda Scala TSI 1.5 DSG Ambition

Un compacto diferente, atractivo y familiar

Mariano García Viana | Jueves 26 de marzo de 2020
Sustituto del Spaceback, el modelo compacto hasta ahora de la marca, el Scala además se conforma como un modelo que rompe moldes dentro de su segmento, pues es más espacioso de lo habitual en él y además ofrece un precio-calidad difícilmente igualable. id:56800

El Scala adquiere la plataforma MQB del Grupo Volkswagen, lo que le permite ofrecer una gran versatilidad y un habitáculo amplio, gracias a la polivalencia de la plataforma que se adapta a las características que se quiere dar a cada modelo que la emplea. En el caso del Scala la plataforma ha crecido con respecto a otras versiones del Grupo y además las ruedas se han instalado muy cercanas a los bordes de la carrocería para así, como decimos, beneficiarse de un mayor y más aprovechable interior.

Con respecto a la carrocería y como decíamos a principio, muestra un aspecto bastante distinto y exclusivo con respecto a la mayoría de los compactos de mercado. De entrada, la superficie acristalada es mayor, ofreciendo una tercera ventanilla de generosas dimensiones en lugar de la raquítica o inexistente de la competencia, esto le da un aspecto más parecido a una carrocería familiar pero de dimensiones más reducidas. En lo que si es un clásico es en la calandra del frontal, más moderna, más elaborada si se quiere, pero inequívocamente se identifica como un Skoda. Toda ella es de color negro, con la “caja” del radar de proximidad en su centro y siete lamas verticales a cada lado, reservando el ancho marco que la encuadra para un cromado brillante.

Los faros principales, de tecnología Full Led en esta versión, son casi triangulares, debido a la estrechez de su parte interior junto a la calandra, ensanchándose hacia el borde de la carrocería, estando remarcados en su parte superior por la barra de led de la luz de día. En la parte baja de la carrocería la entrada de aire principal, forma un todo con las zonas negras que acogen a los faros antiniebla direccionales. El capó motor, esta muy elaborado para favorecer la aerodinámica y así se puede observar que en su parte delantera “baja” hasta la calandra para ofrecer una línea más redondeada, igualmente en los laterales del mismo, unas suaves formas sobresalientes, desvían el aire hacia los laterales de la carrocería, al igual que otras sugerentes formas bajo los faros, en el paragolpes y en los extremos de este donde unas aberturas verticales forman como una “cortina” (Air Curtain), que manda el aire hacia las llantas y el exterior de la carrocería. Lateralmente es como se aprecia mejor esa línea familiar que hemos comentado, luciendo esa tercera ventanilla un ancho triángulo cromado, como para decir, aquí soy distinto a todos. Desde la parte exterior de los faros y hasta los grupos ópticos traseros, se muestra una línea sobresaliente que hace más fluida esta visión lateral. Las llantas de aleación son de 17”. En lo que también el Scala quiere ser distinto es en la parte posterior, así la exclusiva luneta muestra toda su superficie acristalada hasta más de la mitad del portón, aunque naturalmente todo no es transparente sino de color negro, incorporando incluso en ella el nombre de la marca, que por cierto sustituye a partir de ahora al logo. El efecto es realmente atractivo y moderno, recordándonos, salvando las distancias, a algunos modelos V de Volvo. Los grupos ópticos son de led con efecto tridimensional y la apertura del citado portón baja bastante para facilitar la carga y descarga. Hay que destacar igualmente, el techo panorámico de cristal que prácticamente ocupa toda la superficie y que al tener todos los montantes en negro, hace que parezca que el coche es bicolor, es decir carrocería del color que sea y todo el techo, el alerón sobre la luneta y la mitad de la parte trasera en negro.

Como ya hemos repetido en más de una ocasión, el habitáculo del Scala es amplio además de luminoso, gracias a la amplia zona acristalada y el también mencionado techo panorámico. El aspecto en general, es francamente bueno, tanto en lo que se refiere a los materiales empleados, como al del propio diseño, destacando sobre todo los elaborados asientos delanteros. Atrás quedó la época en la que los plásticos de los Skoda eran duros y con unos remates mejorables. Ahora no tiene nada que envidiar a la mayoría de los modelos de su segmento. La parte superior de lineal salpicadero esta ligeramente mullida y tiene un agradable tacto y lo mismo podemos decir de las superficies duras del frontal y parte baja de aquel. Durante la prueba no se ha detectado ninguna vibración o sonido de ajuste, todo encajaba perfectamente. El cuadro de instrumentos esta dominado por los dos grandes indicadores de velocidad y revoluciones, estando complementados por los de nivel de combustible y temperatura del líquido refrigerante, situados en su interior y por una pantalla monocromo situado entre ambos, que ofrece información complementaria sobre el coche y su ordenador. La pantalla multifunción de 9,2”, se sitúa en la parte media del salpicadero de forma superpuesta y muy al alcance de la mano. Desde su menú se puede acceder a todas sus funciones de infoentretenimiento, ajustes, equipo de sonido e incluso el climatizador bizona, aunque los mandos principales de éste se sitúan un poco más abajo. El sistema multimedia es compatible con Android Auto y Apple CarPlay. Como de serie viene equipado con una eSIM, una tarjeta virtual que acceso al móvil a los datos y a diversos elementos del coche, como la llamada de emergencia o el servicio Skoda Connect que permite, a través de una aplicación instalada en el móvil, comprobar a distancia si las ventanillas están cerradas, abrir o cerrar el coche y otros datos como autonomía, velocidad o consumo.

Los asientos delanteros son de lo más aparente, con mezcla de tejido y alcantara, muestran en su centro un bordado en forma de rombos de lo más llamativo, pero sobre todo los dimensionados pétalos, que auguran una excelente sujeción del cuerpo, tanto en la banqueta, el respaldo como incluso en los situados a la altura de los hombros, llaman verdaderamente la atención, al igual que los reposacabezas integrados. El trasero ofrece también una gran comodidad para dos personas, pues la central dispondría de una zona más dura y desde luego más estrecha dada la anchura del coche. En lo que es el rey el Scala, es en el espacio disponible para las piernas, no solo en su categoría, sino también en coches de superior tamaño exterior. Esta zona trasera cuenta con salida de aire del climatizador y puede también disponer de calefacción en los asientos, al igual que los delanteros y el volante. El maletero ofrece un espacio de 467 litros, que esta muy bien y se puede ampliar hasta los 1.410 l. abatiendo el asiento trasero total o en la proporción 60/40. Gracias a la aplicación del concepto Symply Clever, encontramos soluciones prácticas para hacer la vida más agradable en el interior del Scala, como por ejemplo la apertura eléctrica del portón, ganchos en el maletero para colgar bolsas o mochilas, huecos repartidos por el habitáculo, espacio para ocultar el paraguas, etc.

El motor que anima esta versión es el cuatro cilindros de gasolina de 1.498 c.c., 150 CV, entre 5.000 y 6.000 vueltas y un par de 250 Nm entre las 1.500 y las 3.500 r.p.m. Un motor todo de aluminio, que incorpora las últimas tecnologías como doble árbol de levas en culata, inyección directa de combustible, turbo, intercooler y la función denominada de Tecnología de Activación de Cilindros, que apaga los dos cilindros de en medio cuando la carga de motor es baja, reduciendo así el consumo de carburante. Lo hace de forma automática y virtualmente sin que el conductor se dé cuenta, a no ser que lea el mensaje que informa de ello en el cuadro de instrumentos. El funcionamiento en general es de lo más suave y silencioso, solamente a elevadas velocidades en relaciones cortas se deja air, pero en ningún caso resulta molesto ni mucho menos. Las prestaciones son bastante altas, ya que la velocidad máxima se sitúa en los 220 km/h y la aceleración de 0 a 100 en 8,2 segundos. No es que sea un motor y un coche deportivo, pero como se ve marca unas cifras más que interesantes. Por el contrario, el consumo siempre se ha mostrado muy contenido, pues a altas velocidades, siempre esa rondando los 5,5 litros a los 100 y en una utilización mixta ciudad-carretera, nunca llega a los 6.

Acompañando a este excelente motor esta versión monta una caja automática DSG de 7 velocidades que muestra la misma suavidad que la planta motriz, pues apenas se notan las distintas inserciones de las velocidades, mostrándose siempre rápida cuando se acelera de forma profundamente o se trata de reducir cuando frenamos antes de entrar en una curva. Se puede utilizar manualmente a través de la propia palanca selectora y más cómodamente con las levas pegadas tras el volante. Detrás de la palanca selectora podemos utilizar una tecla para variar la forma de conducción, Normal o Sport, pero la verdad que no hemos encontrado muchas diferencias entre ambas, como no sea al circular relajadamente en una velocidad larga en la posición Normal y que al pulsar al Sport rápidamente se rebaje una relación, como para prepararse para una posible aceleración más contundente.

El comportamiento del Scala no plantea ningún problema en cualquier circunstancia, Como hemos dicho no se trata de un coche de carácter deportivo, pero las cualidades del excelente motor permiten una utilización decidida. Las suspensiones, con McPherson delante con barra estabilizadora y rueda tirada detrás, se muestran muy eficaces a la hora de sujetar el coche y de proporcionar un alto grado de confort para los pasajeros. A ello también contribuye la solidez, a la vez que ligereza, de la plataforma MQB. Los frenos están a la altura de las prestaciones y se siempre son eficaces, pues no muestran síntomas de fatiga tras un uso intensivo. Por su parte, la dirección, con asistencia eléctrica, es bastante directa y permite “mover” el coche sin esfuerzo, en maniobraslentas como en las rápidas al circular por zonas viradas.

En cuanto a equipamiento, el Scala, en esta versión Ambition, se puede decir que es muy completo, pues además de los elementos habituales en coches de este segmento, se incluyen otros más propios de modelos de segmentos superiores. En este sentido encontramos el Side Assist, que gracias a dos sensores de radar en la parte trasera del coche, detecta a vehículos acercándose por detrás con la intención de adelantar o situados en el ángulo muerto del coche. El conductor es informado mediante un indicador LED en la parte interior de las carcasas de los retrovisores laterales, como en casi todos los modelos del Grupo VW. Tiene un alcance de 70 metros, mientras que un Detector de Ángulo Muerto suele tener un alcance máximo de 20 metros. Otros sistemas son la Alerta de Tráfico posterior, que avisa al conductor de la presencia de objetos moviéndose detrás del vehículo durante la marcha atrás al salir de un aparcamiento, el Lane Assist que ayuda a mantener el coche entre los carriles, el Front Assist, con freno de emergencia y protección de peatones, el control de crucero adaptativo, la cámara de visión trasera, el Park Assist, etc., etc.


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