Las estrategias que se comportaron mejor, en términos relativos, fueron plataformas macro discrecionales y multigestión, que normalmente se seleccionan para que actúen como fondos estabilizadores. Las estrategias que más sufrieron en marzo son aquellas en las que las alteraciones fueron más graves, en particular el valor relativo del crédito, el crédito estructurado, el arbitraje de la volatilidad, la renta variable long-bias y las estrategias cuantitativas.
Las decepciones provinieron de fondos que fueron seleccionados como fondos estabilizadores y cuyas caídas superaron las expectativas, o de los fondos que deberían haberse beneficiado de una mayor volatilidad del mercado, pero no lo hicieron. Entendemos, sin embargo, que ciertas perturbaciones no eran predecibles y que la velocidad de la crisis no permitía que la gestión de riesgos funcionara normalmente. Estamos analizando estos casos cuidadosamente.
Entre los fondos que peor lo han hecho, la mayoría tiene operaciones dislocadas, que, si se mantienen durante un número de meses o hasta la madurez, deben ofrecer fuertes retornos.
En general, los gestores están posicionados en estos momentos para proteger su cartera de una nueva y severa corrección del mercado, manteniendo al mismo tiempo sus operaciones de mayor convicción que fueron desajustadas y esperando a que éstas se materialicen. Estamos convencidos de que la caída en las carteras se recuperará en los próximos meses.
No estamos en una situación como la de 2008 en la que los inversores vendieron masivamente sus hedgefunds. Aprenderemos juntos las lecciones que esta crisis nos está enseñando.