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Covid-19: de la continuidad del negocio a la preparación de un nuevo modelo

OPINIÓN: Por Jesús López-Holgueras Brotons - Country Manager en Synertrade Iberia (Grupo Econocom)

Martes 21 de abril de 2020
La rápida difusión del Covid-19 en todo el mundo tiene un fuerte impacto en las cadenas logísticas. Como la fábrica del mundo, China juega un papel importante. id:57672

El cierre o la brutal desaceleración de un gran número de sus fábricas ha puesto de relieve la extrema vulnerabilidad de esta cadena de suministro globalizada, obligando a muchas empresas a considerar la posibilidad de reubicar cierta producción.

El Banco de España prevé un desplome del PIB de hasta el 13%

Sin caer en la tentación de elaborar un escenario catastrófico digno de Hollywood con, “en un futuro muy próximo”, una caída de la bolsa mundial y escasez de medicamentos para tratar patologías graves, la impresionante propagación de este virus desde China, Covid-19, pone en el punto de mira mundial la fortísima dependencia económica del Viejo y Nuevo Continente con respecto a China.

Todos los sectores están expuestos, desde la automoción a la confección, la aeronáutica, la construcción, las obras públicas y la electrónica. En este último sector, China produce el 80% de los circuitos impresos y el 50% del acero inoxidable que se consume en el mundo. Si el sector industrial y los distribuidores aseguran que, por el momento, no existe ningún riesgo a corto plazo gracias a stock de existencia, ¿qué pasará si esta crisis sanitaria continúa? El principal riesgo hoy en día sigue siendo la incertidumbre sobre si los proveedores chinos, cuyos productos son indispensables para las líneas de producción de nuestros principales fabricantes nacionales, cumplirán sus compromisos de entrega.

En ese contexto, los Departamentos de Compras suelen navegar a la deriva y hacen malabarismos con información fragmentada e incierta. La actividad está volviendo lentamente a la normalidad en China, pero esto tampoco es una vuelta (real) a la normalidad. El país no ha vuelto todavía a su ritmo anterior a la crisis y tardará varios meses más en hacerlo.

La industria, los servicios, el comercio y el turismo se ven muy afectados

Industria, restauración, comercio, procesamiento de alimentos, turismo, servicios, venta al por menor, automoción... Para resistir y limitar los daños a su tesorería, los grandes grupos españoles deben revisar sus objetivos financieros a la baja, anticipar los escenarios de salida de la crisis adaptando sus organizaciones y revisar sus políticas de dividendos.

La industria de automoción mundial, que ya fue duramente golpeada por el impacto del tsunami japonés en 2011, con importantes trastornos en la cadena de suministro, se enfrenta a una crisis sin precedentes. El paro de las líneas de producción de automóviles podría provocar una caída de las ventas de entre el 10% y el 25%. También, se espera que la situación también afecte a las ventas en China, el mayor mercado del mundo, así como a la cadena de suministro, con una escasez de piezas de fabricación local.

Los sectores de la restauración, el turismo y el transporte aéreo son los más afectados, especialmente en un país como España, con un peso en el PIB aproximado del 15%, (sólo turismo), desconociendo, además, ningún plazo para poder retomar la actividad e intentar salvar una campaña que ya se vaticina catastrófica.

Compras es el principal actor en la continuidad de los negocios y uno de los primeros en adaptarse al nuevo ecosistema

No obstante, cada industria, cada grupo y compañía está organizada para mantener un plan de continuidad de las actividades y, así, reducir al mínimo el impacto económico del Covid-19 en sus actividades.

A este respecto, las organizaciones de compra desempeñan un papel fundamental para asegurar la continuidad del suministro, adaptar la cadena de suministro, evaluar a sus proveedores en cuanto a su capacidad para asegurar toda o parte de la producción prevista, gestionar el riesgo asociado y, por último, garantizar sus pagos efectivos. Este último punto es la reestructuración necesaria para permitir a las empresas de tamaño medio (start-ups, PYMES) preservar su flujo de caja frente a la tormenta económica.

La estrategia de compra y abastecimiento es clave para enfrentar una situación como la que estamos viviendo con esta pandemia global. El abastecimiento equilibrado y justo de los proveedores, repartido en cada continente, empezando por el territorio nacional, permite limitar el impacto de una crisis que afecta a todas las cadenas de suministro mundiales. Esto es lo que se denomina: madurez de compra.

Además, es cierto que los Departamentos de Compras con la madurez necesaria para haber digitalizado ya sus procesos, están ahora un paso por delante de la competencia para llevar a cabo sus misiones de la mejor manera posible.

Algunas industrias, por ejemplo, tras haber lanzado hace unos meses un programa para digitalizar sus relaciones con los proveedores (SRM), trabajan con nosotros acelerando masivamente este proceso, dado que las relaciones físicas y las evaluaciones in situ han desaparecido, así como, fortaleciendo la estrategia global de control de riesgos con sus proveedores.

También estamos asistiendo a la aparición de múltiples casos de utilización de la contratación y firma electrónica de contratos en este período de trabajo a distancia para hacer frente a las nuevas demandas de los usuarios.

Por otro lado, también está siendo una tendencia muy masiva, el caso de empresas que, en el marco de su proyecto P2P, tras haber desplegado catálogos (o punch-outs) a través de Amazon, Mercateo, etc., están abordando proyectos de automatización de facturas de proveedores utilizando RPA para reducir a cero el coste administrativo del registro de cientos de miles de facturas al año.

Es cierto que este período de crisis requiere que todos y cada uno de nosotros nos adaptemos, nos reinventemos y sigamos enfrentándonos todos juntos a nuevos casos de uso, para revisar nuestra forma de trabajar interna y externamente con todo nuestro ecosistema. Además, de ser capaces de tener disponible todos los aceleradores que las tecnologías ponen a nuestra disposición para que el ciclo de recuperación económica sea lo más corto posible.

El "made in Spain" tiene que volver

En el marco de una crisis sanitaria mundial, el coronavirus se presenta ahora como una oportunidad para mantener los conocimientos técnicos en España y replantear nuestro modelo económico. Necesitamos impulsar nuestras capacidades de producción para fortalecer nuestra misión económica local y así garantizar los puestos de trabajo, preservar el talento y hacer que la región sea atractiva para la inversión extranjera. Nos corresponde trabajar juntos para dar forma al nuevo rostro de una España que se atreve, una España orgullosa, que asume la responsabilidad de unir sus fuerzas industriales, intelectuales, de investigación y desarrollo para resurgir y salir de esta crisis sin precedentes más fuerte que antes.

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