Los miles de muertos -el mismo genio de Fernando Simón ha dicho que nunca sabremos con certeza la cifra de muertes por coronavirus- son algo insoportable para toda la sociedad. Además de los familiares directos ya todo el mundo sabe de alguien que falleció por esta pandemia. Y el miedo se extiende.
Pero la esperanza también. Mi primer nieto acaba de cumplir cuatro meses. Las últimas semanas viéndole solo por Internet han sido un parche razonable, pero a mí me apetece cogerle y abrazarle. ¡Que ya lo sé, no se puede!
Pero sí puedo mandar a casa de sus padres varios juguetes, o algunos más, que les proporcionen a todos buenos momentos en familia.