Sábado 09 de mayo de 2020
Más allá de la falsa creencia de que esta práctica sexual alimenta los celos y la desconfianza, JOYclub mantiene que refuerza la relación y permite, de manera libre y deseada, descubrir juntos nuevas formas de practicar el sexo sin juzgar ni ser juzgado. id:58364
Cada vez hay más parejas que se lanzan a la aventura del intercambio, lo que se conoce como
swinging. Una práctica que, si bien siempre ha estado mal vista desde la perspectiva de la sociedad monógama tradicional, gana adeptos y supera la mera curiosidad por la experimentación para convertirse en un estilo de vida sexual. De hecho, el número de swingers no para de crecer en todos los países, incluido España, así como la oferta de clubs creados para ello, eventos privados, e incluso, las aplicaciones destinadas a esta práctica. Dada la envergadura que está adquiriendo el swinging,
JOYclub, comunidad basada en la sexualidad liberal, quiere desmontar cinco falsos mitos sobre el intercambio de parejas, muy asentados en nuestra sociedad, y que inhiben este deseo en muchas parejas.
“Cuando el sexo deja de ser un tema exclusivamente de alcoba y cada miembro de la pareja verbaliza lo que desea sexualmente estamos ante el acto de amor más puro”, señala Manuel Binternagel, portavoz de JOYclub, “Entender que nuestra pareja quiera dar rienda suelta a sus fantasías desde la libertad enriquece y refuerza la relación”.
JOYclub señala que las cinco mentiras más extendidas en la actualidad sobre el intercambio de parejas son las siguientes:
Puede ser una solución a los problemas pre-existentes de pareja. Falso. Los problemas de pareja nunca se arreglan entre las sábanas y menos en brazos de otro. Es un error elegir una relación abierta para solucionar el problema. Lo primero es hablar y solucionarlo. En caso contrario, puede ser peor el remedio que la enfermedad.
Es un estímulo para los celos y el resentimiento hacia la pareja. Si hay total sinceridad desde el principio y se establecen bien las reglas antes de lanzarse a esta ‘aventura’, estos sentimientos no aparecen. Incluso, el hecho de no tener secretos, hace que tampoco surjan los celos y así, que mejore la confianza en la pareja por lo que la relación se endurece.
La competencia es inevitable. Falso. Siempre va a haber alguien que hace cosas a tu pareja que no le haces, pero eso no significa ser mejor ni peor. No se trata de ver algo diferente a lo que sucede en la cotidianeidad, sino de divertirse y disfrutar de la libertad sexual y del placer de ambos.
Uno se ve forzado a continuar cuando se encuentra en la situación. Una de las reglas de oro es en el intercambio de parejas es que “no es no”. No presionar a nadie y eso incluye a tu pareja. Ésta tiene que hacerlo por deseo propio y no por agradar a su pareja. El swinging es una elección, no una obligación, por lo que debe ser aceptado por todas las partes, de manera libre y deseada.
Los swingers están obsesionados con el sexo. Ser swinger no significa que le guste todo, con todo el mundo y en cualquier momento. El swinger es una persona que disfrutan con el sexo y que busca nuevas maneras de practicarlo, sin juzgar ni sentirse juzgado.
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