Economía

El Consejo General de Economistas mantiene una previsión de contracción del PIB en el 10,8% para el año 2020 y una tasa de paro entre el 21-22%, con una reducción el año 2021 hasta el 17%

Observatorio Financiero del Consejo General de Economistas: Primer cuatrimestre de 2020

Jueves 11 de junio de 2020
La industria automovilística en abril ha tenido un descenso de su producción del 92,0% respecto al mismo mes del año 2019. El saldo positivo de turismo y viajes se ha reducido en 2.600 millones en el primer cuatrimestre del año. id:59575

El Consejo General de Economistas ha publicado hoy el informe del Observatorio Financiero “Informe mayo 2020” (relativo al primer cuatrimestre de 2020), elaborado por la Comisión Financiera de dicho Consejo, en el que se exponen los principales indicadores macroeconómicos y financieros disponibles al 30 de abril de 2020.

Los coordinadores de este Observatorio, Antonio Pedraza, presidente, Montserrat Casanovas y Salustiano Velo, han puesto de manifiesto las circunstancias especiales de este cuatrimestre, que ha estado marcado por la irrupción de la pandemia por la COVID-19 que ha hecho que las perspectivas económicas a nivel nacional, europeo y mundial hayan cambiado drásticamente. En el caso de España, tras un crecimiento del PIB del 2% en 2019, que actuaba como inercia para 2020 augurando un crecimiento moderado, ya en el primer trimestre ha retrocedido un 5,2%, en pleno estado de confinamiento.

Para el presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, “debemos estar atentos porque tal como ha puesto de manifiesto el informe semestral de la OCDE, ante un posible rebrote de la epidemia nuestra economía sufriría un duro golpe con una contracción del PIB en 2020 que podría rondar el 14%, alo que hay que sumar que, según las previsiones del Observatorio, el déficit podría alcanzar el 15% a finales de año“.

Por su parte, Antonio Pedraza, ha señalado que “mantenemos nuestra previsión de contracción de la economía del 10,8 para este año, con sesgo bajista en el caso que hubiera algún rebrote que obligara a incluir restricciones o, en casos severos, medidas estrictas de confinamiento“.

En cuanto a sus componentes, la previsión para 2020 es la siguiente:

Gasto en consumo final nacional privado (hogares e ISFLSH)

-8,8

Gasto en consumo final de las AA.PP.

2,5

Formación bruta de capital fijo

-25,5

Demanda Nacional (*)

-9,7

Exportación de bienes y servicios

-27,1

Importación de bienes y servicios

-31

Para el coordinador del Observatorio, Salustiano Velo, “todas las variables, excepto el gasto de las administraciones públicas, se están resintiendo. El consumo y la inversión sufren una gran contracción, mientras que se espera que la tasa de ahorro se mantenga en torno al 10%.”

En el mes de mayo ya se han vislumbrado ciertos indicadores que podrían señalar la senda de la recuperación, entre los que destacamos el índice PMI, que en el caso del sector servicios que ha alcanzado los 27,9 puntos, frente al 7,1 registrado en abril, así como el descenso registrado en la prima de riesgo desde los 144,9 pb del 7 de mayo a los 87 pb el 8 de junio, o la disminución del rendimiento del bono español de los 92 pb el 6 de mayo a 54,7 pb al pasado día 8, debido fundamentalmente al paquete de ayudas europeas. Así mismo, las emisiones de deuda del Tesoro se están cubriendo con facilidad prácticamente al 0%.

En cuanto a los efectos de la crisis en los mercados financieros, la coordinadora del Observatorio Financiero, Monserrat Casanovas, ha señalado que “la bolsa española, con su selectivo el IBEX, ha sido la peor parada de los principales mercados financieros, con una bajada del 25,7% hasta finales de mayo y con una gran volatilidad. Le sigue de cerca Brasil con un 24,4% e Italia, con una bajada en su índice FTSE del 22,6%. No obstante, en lo que llevamos del mes de junio, el IBEX ha registrado una subida superior al 11%.”

En el caso de Estados Unidos, a pesar del número de muertos y de la cifra histórica de desempleados, sus índices están mejor de lo esperado: el Dow Jones con una caída hasta el 29 de mayo del 11%, y del 5,9% del S&P 500 –pero con un incremento del 9,4 con respecto al año anterior–, mientras que el Nasdaq ha registrado una subida del 5,76%, debido fundamentalmente a su composición.

El petróleo, que durante el mes de abril ha tocado mínimos, ha comenzado su escalada, coincidiendo además con la reanudación de la actividad.

En cuanto a las divisas, hay un cierto fortalecimiento del euro frente a otras divisas como el dólar el yen o la libra, pero el activo refugio sigue siendo el oro que se mantiene estable después de un incremento del orden del 20% en los primeros cuatro meses del año.

En el aspecto negativo, especialmente castigados por la crisis están el sector del turismo, con una actividad prácticamente nula desde que se declaró el estado de alarma y el del automóvil, agravado además con la deslocalización industrial de Nissan y Renault. La industria automovilística en abril ha tenido un descenso de su producción del 92,0% respecto al mismo mes del 2019.

Los próximos meses estarán marcados aún por la incertidumbre económica ligada a la evolución de la crisis sanitaria hasta que no haya una vacuna que aleje el peligro de un rebrote. Además, habrá una reducción de los ingresos públicos, fundamentalmente por la bajada de la recaudación de impuestos, y un incremento del gasto público para hacer frente a la emergencia ahora ya social y también económica. Como consecuencia, el déficit se incrementará hasta situarse entre el 12% y 15% mientras que la deuda se podría situar a final de año entre el 120%-125% del PIB. Por ello, es fundamental que se mantenga controlada la prima de riesgo dado el aumento del déficit y deuda, y la necesidad de que se sigan financiando a tipos muy bajos.

De las CONCLUSIONES del Observatorio Financiero “Informe enero 2020” (correspondiente al primer cuatrimestre de 2020), cabe resaltar las siguientes:

INDICADORES ECONÓMICOS

  • Las medidas puestas en marcha para contener el avance de los contagios (limitación de movimientos y confinamiento de la población y paralización parcial, en algunos casos total, de la actividad productiva y comercial), están provocando un fuerte impacto en términos de producción y empleo, que ha llevado a los Bancos Centrales, y a las instituciones y administraciones nacionales y supranacionales a tomar medidas con el fin de mitigar este impacto.
  • Las estimaciones del Fondo Monetario Internacional, de mediados de abril, señalan que el Producto Interior Bruto (PIB) mundial podría descender un 3% en 2020. En el caso de Europa, las previsiones publicadas en mayo por la Comisión señalan que la recesión económica será profunda y desigual en los distintos países, previendo descensos superiores al 7% en la Zona Euro y en la UE. En cuanto a la recuperación dependerá además de la evolución de la pandemia, de la estructura productiva de cada economía y de su capacidad de responder mediante políticas de estabilización.
  • Dentro de la Zona Euro, la economía española será una de las que registre una mayor contracción. Ya en el primer trimestre ha disminuido el PIB un 5,2%. La CE apunta a un descenso del 9,4% para este año, y un repunte de la tasa de paro hasta el 18,9%. El Banco de España, en sus previsiones de junio (en el informe se han incluido las previsiones de abril) ha pronosticado que la contracción podría alcanzar el 11,6 % si la recuperación es gradual o el 15,1%, en un escenario de riesgo, con una recuperación muy lenta, con tensiones de liquidez empresarial que derivasen en problemas de solvencia que podrían dar lugar a cierre de empresas, paro de larga duración, y un mayor coste de financiación.

CUENTAS FINANCIERAS TRIMESTRALES Y POSICIÓN EXTERIOR

En cuanto a los datos de la Balanza de Pagos del Banco de España, el saldo de las cuentas corrientes y de capital alcanzó, hasta marzo de este año, los 29.400 millones de euros, lo que supone un aumento respecto a los 26.005 millones del año anterior, debido al mayor saldo positivo de la balanza por cuenta corriente, y en particular al incremento en el superávit de bienes y servicios (35.466 millones frente a los 30.436 de un año antes), si bien el saldo positivo de turismo y viajes se ha reducido en 2.600 millones, hasta los 43.900 millones de euros.

La deuda pública en circulación asciende a 1.067.920 millones de euros en abril, un 5,6% más que en el mismo periodo de 2019.

TIPOS DE CAMBIO Y COTIZACIONES MATERIAS PRIMAS, PETRÓLEO E ÍNDICES BURSÁTILES

La expansión de la pandemia ha provocado una drástica caída en los principales índices bursátiles. Concretamente en Europa, el índice Eurostoxx 50 disminuyó un 18,6% hasta el 29 de mayo de 2020, el IBEX-35 en España retrocedió un 25,7%, situándose en los 7.096,5 puntos a finales de mayo, un -22,6% el FTSE MIB italiano, -21,5% el CAC 40 de París, -12,5% el DAX alemán y -19,4% el FTSE 100 de Reino Unido, siendo menos pronunciada la caída del índice S&P 500 (-5,8%) en el mercado estadounidense.

El precio del petróleo Brent sufrió en marzo y abril una brusca caída, asociada a la extensión de la COVID-19 por todo el mundo y el descenso de la demanda, cotizando en torno a 15 dólares en abril, algo no visto en los últimos veinte años, si bien en mayo el precio del barril de Brent ha repuntado. Así mismo, se ha producido una disminución de las cotizaciones de las materias primas respecto a comienzos de año. En el caso de los alimentos, la caída ha sido algo menos acusada (-3,4%) que en el resto (-11,3%), observándose también menores precios en materias primas no energéticas (-7,5%). Por el contrario, la cotización del oro se ha incrementado en los tres primeros meses de 2020 respecto a finales del pasado año.

Respecto al mercado de divisas, los primeros meses de 2020 han estado marcados por la incertidumbre y la rápida propagación del virus.

TIPOS DE INTERÉS EN LOS MERCADOS INTERBANCARIOS Y EN LOS MERCADOS DE DEUDA

En el mercado interbancario de la Zona Euro, los tipos de interés han aumentado en lo que va de año en sus tramos más largos. Así, el Euríbor a uno, seis y doce meses se situó el 29 de mayo en el -0,482%, -0,158% y -0,085%, respectivamente.

Las rentabilidades de los activos de deuda soberana a largo plazo de las economías percibidas como la tendencia alcista de las primas de riesgo revirtió́ cuando el BCE anunció su programa de compras Pandemic Emergency Purchase Programme.

En el mercado secundario de deuda, la rentabilidad del bono español a diez años se situó el 29 de mayo en torno al 0,57%, inferior en 16 p.b. a la registrada a finales de abril (+10 p.b. en términos interanuales). Por su parte, la rentabilidad del bono alemán aumentó 14 p.b. en ese periodo, manteniéndose en valores negativos (-0,45%).

El indicador de estrés de los mercados financieros españoles que realiza CNMV ha mostrado un incremento significativo en los últimos meses, pasando de 0,19 en febrero a 0,64 a finales de mayo, debido a las caídas abruptas de los precios de los activos, el incremento de la volatilidad y la pérdida de liquidez de los activos que ha generado la crisis de la COVID-19.

INDICADORES DE POLÍTICA MONETARIA Y CRÉDITO, Y OTROS INDICADORES DE LAS ENTIDADES FINANCIERAS

Las principales autoridades económicas han reaccionado con políticas expansivas para contrarrestar los efectos adversos de la pandemia. En la Zona Euro, el Consejo de Gobierno del BCE adoptó sucesivamente dos conjuntos importantes de medidas expansivas, el 12 y el 18 de marzo: nuevas operaciones de financiación a largo plazo (LTRO), una mejora de las condiciones para las operaciones de financiación a largo plazo con objetivo específico TLTRO‑III y un incremento de 120 miles de millones de euros en el volumen de las operaciones del programa de compra de activos durante el año 2020. Los objetivos de todas estas actuaciones son proveer de suficiente liquidez al sistema financiero, para que esta fluya a hogares y a empresas, apoyar el crédito bancario –principalmente a aquellos segmentos más afectados por las consecuencias de la crisis sanitaria, como son las pymes– y evitar un endurecimiento de las condiciones de financiación de la economía.

Otras medidas extraordinarias del BCE incluyen un programa especial de compra de activos públicos y privados por un importe de 750 miles de millones de euros para paliar los efectos de la crisis. Asimismo, el Consejo de Gobierno decidió reducir el tipo de interés de las operaciones TLTRO III durante el periodo comprendido entre junio de 2020 y junio de 2021 a 50 p.b. por debajo del tipo de interés medio aplicable a las operaciones principales de financiación del Eurosistema vigentes durante ese periodo.

CRÉDITO Y OTROS INDICADORES DE LAS ENTIDADES FINANCIERAS

El saldo de la financiación otorgada al sector privado (empresas y hogares) creció en marzo (0,3% interanual), en línea con los meses anteriores. El saldo vivo del crédito al sector privado asciende en marzo a 1,195 billones de euros. En cuanto a los créditos morosos, se redujeron en tasa interanual un 16,7% en marzo, situando la tasa de morosidad en el 4,80% del crédito total, lo que supone un descenso de 0,93 puntos porcentuales respecto a marzo de 2019.

Entre enero y marzo de 2020, las nuevas operaciones de crédito concedidas por las entidades financieras registraron un crecimiento interanual del 7,4%, mientras que las de las sociedades no financieras un crecimiento del 11,2%. Las operaciones firmadas por los hogares, por el contrario, se redujeron el 5,1% interanual, fundamentalmente por la reducción de los préstamos destinados a vivienda (-7,2%), y a consumo (-9,1%).

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