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“La recuperación exigirá que nuestras empresas y sectores presenten proyectos de alto valor añadido para aprovechar las ayudas de la UE”

Martes 16 de junio de 2020
PwC propone un plan nacional de inversión en sectores y proyectos estratégicos. id:59707

“Las empresas y Administraciones Públicas tienen que prepararse para aprovechar al máximo las ayudas económicas del Fondo de Recuperación aprobadas por la Comisión Europea. No tenemos experiencia en la aplicación de un volumen tan elevado de este tipo de ayudas por proyectos y condicionadas, y no podemos permitirnos el lujo de perder el efecto que en inversión y reactivación puede suponer cada euro, si queremos salir del shock económico en el que nos encontramos”. Así lo ha asegurado Manuel Martín Espada, socio responsable de Mercados de PwC, en su comparecencia ante la Comisión para la Reconstrucción Económica y Social del Congreso de los Diputados, donde ha analizado el alcance total de las ayudas aprobadas por la UE y la cantidad que presumiblemente corresponderá a España.

Para Martín Espada, el Fondo de Recuperación de la UE, del que España podría recibir en torno a los 180.000 millones de euros, “supone una oportunidad única, que debemos aprovechar con responsabilidad y eficacia”. Para ello, propone la elaboración de “un plan nacional de inversión, ambicioso y efectivo, que nos permita maximizar el impacto de los fondos utilizados en nuestra economía”. Este plan, a medio y largo plazo, debería focalizarse en aquellos sectores y proyectos estratégicos para nuestro país y podría articularse en torno a tres ejes: la reindustrialización de España, para hacer de la industria una actividad tan relevante para España como lo son los servicios, la transición ecológica y el impulso de las nuevas tecnologías. “La reindustrialización es capital, mucho más, en un momento en el que la UE debe plantearse tener una planta industrial que le garantice el suministro de las materias primas y de los productos esenciales”.

PwC considera que este plan a largo plazo “tendría que ir acompañado, adicionalmente, por un programa de acción, a corto plazo, para reactivar los sectores más castigados por la crisis y que tienen un peso más elevado en la economía española, como el turismo, la automoción o el transporte”. Unas medidas, en cada uno de estos ámbitos, que ha detallado durante su intervención. En este contexto, ha asegurado que “la colaboración púbico-privada será clave para asegurar la coordinación y la efectividad, y que cada euro de inversión se moviliza hasta sus últimas consecuencias”.

Seguridad jurídica, inversora y fiscal, y consenso

En su comparecencia, Martín Espada ha pedido seguridad jurídica, inversora y fiscal y, por supuesto, unidad, como factores imprescindibles para poder sacar a España de la situación actual. “No podemos poner en duda, ahora, el marco regulatorio, el entorno de inversión del país. Sólo añadiríamos complejidad e incertidumbre. Los cambios legislativos requieren un tiempo de definición y maduración y, ahora, lo que menos tenemos es tiempo. Pero, además, necesitamos unidad y capacidad de diálogo en todos los ámbitos. Sin unidad es muy probable que tomemos medidas poco efectivas y que la salida de la crisis nos lleve más tiempo, esfuerzo y sufrimiento”. Además, ha resaltado la importancia de ser rápidos en la toma de decisiones: “la velocidad y la capacidad de actuación en cada paísvana marcar la forma en la que salgamos de la crisis”.

El socio de PwC ha asegurado que España debe aprovechar esta situación para resolver la asignatura pendiente del empleo y evitar que, en cada crisis global, seamos el país donde más puestos de trabajo se destruyen. “Tenemos capacidad para poner en marcha mejoras, sin modificar el marco regulatorio actual, para dotar de mayor seguridad al empleado y de mayor flexibilidad al sistema. El objetivo esencial en los próximos meses debe ser el mantenimiento de la ocupación y la lucha contra el paro”.

También ha resaltado la relevancia del papel que debe jugar el sector financiero en la reactivación de la actividad económica y a la hora de que las ayudas lleguen a las familias, autónomos y empresas. “Necesitamos un sector financiero fuerte. Nuestras entidades financieras cuentan en la actualidad con ratios de capital suficientes, modelos de gestión eficientes y balances saneados, pero ante el escenario económico actual hay que promover medidas que garanticen la liquidez, la seguridad jurídica y que eviten ruidos que dañen su credibilidad. Debemos asegurar que el flujo de financiación llega a nuestro tejido empresarial y a las familias españolas cuando más lo necesitan y evitando cualquier tipo de recaída en el medio plazo”.

En este sentido, Martin Espada ha pedido abogar por avanzar en políticas que fomenten el acceso social a la vivienda. Entre otras medidas, ha mencionado que se podría ayudar a jóvenes y colectivos vulnerables a través de la concesión de avales públicos para la adquisición de vivienda, o mediante programas de colaboración público- privada para el desarrollo de viviendas de alquiler. Además, la agilización y flexibilización en el desarrollo de suelo, o el fomento de la rehabilitación de viviendas ayudarían a generar empleo en un momento en que será clave reactivar nuestra economía y reducir las tasas de paro a las que nos deberemos enfrentar.

Impacto de la COVID-19 en la economía española

Martín Espada ha asegurado que España “se encuentra ante un shock económico de proporciones históricas”, aunque estima que las empresas están en una mejor situación que en 2008 para salir de la crisis derivada de la pandemia,“gracias a su mayor nivel de internacionalización y diversificación y a su mayor competitividad y conocimiento”.

Organismos nacionales e internacionales han publicado diferentes escenarios sobre el impacto de la pandemia en la economía española. Pero sea cual sea el escenario definitivo, el socio de PwC ha afirmado que la incertidumbre que se mantendrá, previsiblemente, hasta bien entrado 2021 y que actuará de freno para el gasto de hogares y empresas”. Por eso, “no podemos permitirnos perder el verano, debemos ayudar todos en la reactivación de la economía y perder el miedo, para internar volver a la normalidad, para recuperar nuestra dinámica de consumo normal y, específicamente, para ayudar en la reactivación de un sector que es crítico para nuestra economía, el sector turístico”.

Martín Espada ha concluido su intervención afirmando que “aunque ahora estamos inmersos en un shock de demanda, el problema ha estado centrado en la oferta. Y la tarea fundamental, en estos momentos, es la de cualificar nuestra oferta con financiación, con un marco tributario adecuado, eliminando trabas administrativas y con un régimen laboral que ligue los salarios a la productividad. De esta forma seremos capaces de desarrollar proyectos innovadores y rentables, que participen de las estrategias digitales, medioambientales y sostenibles que van a dibujar el futuro”.

Algunas de las medidas propuestas para la reactivación de la economía española

  • Reindustrialización de España. Para poder atraer inversores o incrementar la inversión existente, España necesita un Plan Estratégico de Industria con el objetivo claro de incrementar su peso en el PIB mediante:
  • Incentivos fiscales a la localización;
  • Plan de incentivos fuertes a la I+D;
  • Programa bien dotado de ayudas (préstamos blandos, fiscales, etc.) a la digitalización de las empresas industriales españolas y en especial sobre la industria 4.0;
  • Ayudas a la internacionalización de las pymes industriales españolas;
  • Asegurar la seguridad jurídica y una mayor flexibilidad laboral.
  • Automoción. En el sector de automoción se pueden plantear medidas en el plano comercial:
  • Un plan de incentivos a la compra (e.g., los PIVE anteriores que alcanzaron c.1.200M€) que aumente la demanda desde un punto de vista de neutralidad tecnológica y no sólo para los vehículos eléctricos o similares.
  • Este plan debería estructurarse como ayudas directas (descuentos) a la compra de vehículo nuevo o vehículo de ocasión joven (menor de 2-3 años antigüedad). También debería plantearse una rebaja de la fiscalidad del vehículo, vieja petición de ANFAC y con un retorno claro para el Estado por el incremento de volumen (IVA, impuesto de matriculación, etc.).
  • Al mismo tiempo, se debería invertir en el desarrollo de las infraestructuras de carga del vehículo eléctrico.
  • Turismo:
  • Seguridad sanitaria. Apostamos por controles de sanidad adicionales a los de seguridad en todas las infraestructuras de transporte tanto de salida como de llegada. Y por la creación de una tarjeta sanitaria única, así como una marca COVID-free (certificación independiente) para restablecer la confianza de los turistas.
  • Financiación.
  • Mejorar la funcionalidad de las medidas para dotar de liquidez a las empresas.
  • Facilitar el tránsito automático de los ERTE de fuerza mayor a los de causas productivas, asegurando que no se incurre en costes de Seguridad Social inasumibles en la actual situación. Los ERTE deben ser flexibles permitiendo a la empresa abrir y cerrar su actividad como consecuencia de estacionalidad, no sólo verano-invierno, sino también días laborables-festivos.
  • Alquileres: Los operadores turísticos operan fundamentalmente gracias al arrendamiento de sus activos (hoteles, aviones, locales...) por lo que debería establecerse una moratoria de, como mínimo, 18 meses en estos pagos ya que hasta que haya transcurrido la temporada alta del próximo verano 2021 las empresas del sector no habrán recuperado su capacidad de pago.
  • Bonos prepagos. Las empresas del sector han recibido pagos por anticipado para la prestación futura de servicios. Si el sector debe devolver esta cuantía, quebrará y, por lo tanto, los ciudadanos no recuperarán su dinero ni disfrutarán de los servicios prepagados. Se propone, por tanto, que las empresas puedan ofrecer bonos para uso futuro de sus servicios hasta junio del 2022. En este caso, las empresas podrían asegurar devolver los adelantos a quienes decidan finalmente no utilizar el bono.
  • Ayudas para las vacaciones. Se plantea el desarrollo de una iniciativa a todos los niveles de las administraciones públicas para impulsar el turismo nacional, regional, provincial, insular y municipal. Se propone su inicio inmediato y que su duración permanezca hasta mayo de 2022 en el que la demanda internacional hacia España debería haberse recuperado.
  • Resulta crítico que el proceso de reactivación del transporte, de acuerdo con los niveles de movilidad que establece la Administración, sea compatible con el mantenimiento de la fuerza mayor de los ERTE hasta una recuperación razonable del mercado.
  • Es necesario dotar medidas de liquidez a las empresas según se trate de contratos del sector público o vinculados al turismo: para ello resulta imprescindible aplazamiento de impuestos y de Seguridad Social, dotar de líneas de liquidez, y realizar un reequilibrio de contratos en el caso de establecimiento de Obligaciones de Servicio Público.
  • Es preciso que se adopten medidas transitorias de flexibilidad de los contratos: medidas que posibiliten una flexibilización de la gestión de la oferta – de forma que ésta se pueda adaptar a la demanda-, medidas que posibiliten la subcontratación, garantizando la calidad y medidas de moratoria de las inversiones para renovación de flotas.
  • Sector Financiero. Tomar decisiones que no debiliten el sector financiero y que éste sea un apoyo decisivo en la salida de la crisis y no suponga en el medio plazo un motivo de recaída, logrando una salida completa y lo más rápida posible.
  • El uso del sector financiero como instrumento de políticas globales debe ir acompañado de claridad en las expectativas de su actuación y de incentivos adecuados y objetivos para la respuesta de las entidades financieras.
  • Transición ecológica. España cuenta con un posicionamiento privilegiado para convertirse uno de los principales hubs en el desarrollo de energías renovables.
  • En un escenario de mayor interconexión eléctrica con Europa, precios decrecientes de las renovables, y desarrollo de tecnologías como el H2, España podría convertirse en un gran exportador de energía al resto de Europa.
  • Para materializar esta oportunidad es necesario contar con un entorno regulatorio estable y previsible.
  • Transformación digital. Asegurar que la transformación digital tiene recorrido especialmente en los segmentos donde estamos menos avanzados (e.g., pymes que no cuentan con la tecnología adecuada ni con los recursos necesarios para invertir en ella, colectivos vulnerables que no pueden formarse por carecer de conectividad…).

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