Empresas

El tercer sector será uno de los beneficiados del giro hacia lo local que dará el mundo post-COVID 19

Carmen Parra, Universitat Abat Oliba CEU.
Jueves 18 de junio de 2020
Las ONGs y las empresas de economía social pueden jugar un papel muy significativo en la conformación de “territorios socialmente responsables”, apunta la profesora de la Universitat Abat Oliba CEU, Carmen Parra. id:59812

El mundo post-coronavirus será otro muy distinto al que había antes de la pandemia. En lo que respecta a los paradigmas de la economía, se atisba un nuevo escenario que puede ser propicio para el definitivo despegue del tercer sector. Como explica la profesora de la Universitat Abat Oliba CEU, Dra. Carmen Parra, “la COVID-19 ha venido a cambiar los planteamientos económicos y las ONG y las empresas de economía social pueden salir beneficiadas”.

Según expone, “la globalización va a dar un giro, se fomentará más lo local”. En este contexto, caminaremos hacia la conformación de “territorios socialmente responsables”, en el marco de los cuales el tercer sector podrá jugar un papel mucho más significativo. Además, hay que tener en cuenta que las “empresas de economía social son más ágiles para adaptarse a escenarios de crisis”.

Parra, que dirige la Cátedra de Economía Solidaria y el máster universitario en Gestión y Comunicación de Entidades Sociales y Solidarias de la UAO CEU, cree que el tercer sector debería “aprovechar” esta nueva situación, pero para ello ha de dar el paso hacia la “profesionalización. Es lo que le falta”.

También considera que el legislador podría contribuir al fomento de la actividad de las ONG y las empresas de economía social. “Tenemos una asignatura pendiente, que es la ley de mecenazgo”, asegura. En el capítulo impositivo, reclama “incentivos fiscales para que el tercer sector respire”.

En términos generales, se puede consolidar un panorama favorable para el desarrollo de un tercer sector verdaderamente sólido. Sin embargo, éste acoge una gran diversidad, y no todas las entidades estarán posicionadas del mismo modo. Así, mientras que se abrirán oportunidades para las que tienen un carácter productivo, “las asistenciales lo pasarán peor”, apunta Parra.

También puede ser un buen momento para consolidar un nuevo concepto de RSC que se estaba fraguando en los últimos años. “Antes, cuando una empresa quería hacer RSC, creaba una fundación. El cambio ha venido cuando se han ido a buscar a las ONG para trabajar con ellas, porque ellas son las que conocen más el terreno”. “La RSC ha dejado de ser un elemento de marketing, como era antes. El trabajo conjunto entre empresas y ONG sí es verdadera RSC”, sentencia Parra.

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