Para prepararse ante posibles crisis futuras, los Gobiernos intentarán ser más autosuficientes a la hora de abastecerse de determinados productos básicos y suministros médicos. Alejarse de la globalización no es algo nuevo: siempre hahabido idas y venidas en el intercambio internacional de bienes y servicios. Durante la última década, la globalización empezó a estancarse debido a varias tendencias:
– Geográficas: la demanda global está cambiando ahora que China y otros países en desarrollo están aumentando el consumo de bienes y servicios de producción local en lugar de exportarlos.
– Cadenas de suministro más cortas: la rapidez en llegar al mercado y la mejora de la coordinación y visibilidad en las cadenas de valor son factores cada vez más importantes.
– Nuevas tecnologías: la robótica, la automatización y la impresión en 3D, por ejemplo, están reduciendo los costes de producción y la necesidad de externalizar la fabricación. Además, se da un aumento del populismo en muchos países, sumado al deseo de devolver la producción aterritorio nacional o, al menos, a países más cercanos. Portanto, la «deslocalización de proximidad» (nearshoring) podría ser la opción elegida, aunque supondría mayores costes y una eficiencia ligeramente inferior en comparación con el modelo completamente extraterritorial actual.
Nuestra opinión
Creemos que es probable que las economías emergentes de Asia (Bangladés, Indonesia, Malasia, Taiwán,Tailandia y Vietnam) y algunos pocos países de América Latina (como México) se beneficien de los cambios globales en la cadena de suministro. Es probable que México, por ejemplo, siga siendo un socio importante para Estados Unidos y asuma una gran parte de la nueva carga industrial de su gran vecino. Por tanto, los inversores podrán centrarse en renta variable o bonos corporativos determinados de las empresas mejor equipadas para beneficiarse de esta tendencia.